lunes, 11 de noviembre de 2013

Cortar cabelleras

El objetivo final de las guerras entre los pueblos aborígenes norteamericanos raramente consistía en la aniquilación del enemigo, el botín era lo más importante: caballos, esclavos, mujeres, niños, etc.
La parte mas importante del enemigo era su cabeza y era un trofeo de guerra muy importante para algunas tribus. En otras, como la Cheyenne, eran los testículos. Sin embargo, la cabellera era una forma muy práctica de indicar el triunfo sobre el adversario, era fácil de quitar, pesaba poco y podía ser un adorno.
Esta bárbara costumbre parece que fue instituida por primera vez en América alrededor del año 1630 por William Kieft, gobernador del antiguo territorio de Nueva Holanda. Los holandeses fueron los primeros y los más espléndidos a la hora de pagar las cabelleras de indios hostiles a ellos. La práctica de cortar cabelleras se difundió rápidamente entre los indios y en los territorios coloniales de ingleses y franceses.
De hecho, quienes lo extendieron por buena parte del interior norteamericano fueron los mercenarios del ejercito francés, ya que los franceses exigían a los guerreros nativos presentar el cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa. Los pieles rojas empezaron a aplicar el mismo método copiándolo de los colonizadores para causarles el mismo efecto.
Veinte años antes de la Declaración de Independencia de los EEUU, una proclama del parlamento de Massachusetts, del 3 de noviembre dde 1755, declaraba a los indios Penobscot "rebeldes, enemigos y traidores" y ofrecía una recompensa "por cada cabellera de indio macho traído... de cuarenta libras. Por cada cabellera de cada mujer india o joven macho de menos de doce años que se matase... veinte libras..." En esa misma época, en Pensilvania se pagaban unos ciento treinta dólares por la cabellera de un indio  y cincuenta por la de una india.
Las primeras referencias que existen del corte de cabelleras son del pueblo escita en el siglo V aC. Pueblo considerado por los griegos como salvaje y sanguinario: "tomaban la sangre de su primera víctima en una batalla, vestían con cueros cabelludos humanos y usaban cráneos humanos como vasijas". Algunos autores consideran que entre los godos, los francos y los anglosajones  existía esta costumbre sangrienta.

 
* Existen historiadores como James Axtell que afirman que los pueblos nativos americanos sí conocían esta técnica con anterioridad a la llegada de los europeos. Axtell sostiene que existen pruebas arqueológicas, pictóricas y lingüísticas que corroboran su teoría.                                        
 

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