viernes, 29 de noviembre de 2013

Canibalismo y cálculo: una historia oscura del continente blanco

Un explorador de la Antártida puede guardar secretos inconfesables.
Douglas Mawson volvía de la expedición a la Antártida solo, demacrado y congelado. El célebre explorador antártico australiano tenía una terrible historia que contar. Uno de sus miembros del equipo, Belgrave Ninnis, había muerto al caer en una profunda grieta, y el otro, Xavier Mertz, había muerto de inanición y frío. 
Mawson había luchado durante un mes totalmente solo, soportando tormentas de nieve y un frío aterrador; en todas partes fue alabado por esta extraordinaria hazaña de supervivencia. 
Sin embargo, la verdadera historia parece que fue mucho más oscura. Según un nuevo libro escrito por el historiador David Day, se sugiere que Mawson mató deliberadamente de hambre Mertz y luego hirvió su carne y se la comió.
Day también afirma que Mawson tuvo un tórrido romance en tiempos de guerra (en Londres) con la viuda de su antiguo rival, el explorador británico Sir Robert Scott, mientras su esposa e hija lo esperaban de vuelta a Australia. También señala el historiador que el legendario explorador fue un cobarde que esquivó incorporarse a filas al tiempo que instó a los jóvenes a hacerlo.
Mawson - cuya familia se mudó a Sydney cuando era joven - participó como miembro de una expedición a la Antártida en 1907 y 1909. En 1911 se convirtió en el primer australiano en dirigir una expedición al continente helado.
La expedición estaba formada por Ninnis, un joven soldado británico, y Mertz, un suizo ex campeón de esquí, acompañando a Mawson. A las cinco semanas y a 300 kilómetros de la base, Ninnis cayó en una grieta cubierta por la nieve, con seis perros husky, una tienda y un trineo que contenía la mayor parte de los suministros.
Entonces comenzó el largo viaje de regreso y Mawson redujo drásticamente las raciones. Day sugiere que esto lo provocó un pensamiento frío (nunca mejor dicho) y calculador con "la esperanza de que Mertz muriera antes que él y que él podría sobrevivir con las raciones restantes" .
Antes de llegar, registró en su diario que " he hervido todo el resto de [la] carne de perro". Mertz, sin embargo, había disparado al último perro hace dos semanas, lo que sugiere que era poco probable que quedara algo de carne.
De hecho,en 1915, un periodista de EEUU informó que Mawson le había dicho que había considerado comerse a Mertz, pero decidió no hacerlo, ya que "siempre deja un mal sabor de boca" (¿siempre?). Mawson siempre negó haber dicho eso.
Cannibalism and calculation: a dark story from the white continent – Australasia – World – The Independent.
http://www.taringa.net/posts/imagenes/13981402/La-Antartida-un-Bello-Paisaje-Blanco.html

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