viernes, 27 de febrero de 2015

Leonardo y los elefantes

Leonardo da Vinci era un hombre polifacético que quería saberlo todo y resolverlo todo. A pesar de ello, en ocasiones se equivocó al fiarse excesivamente de los clásicos.
En uno de sus apuntes escribe lo siguiente sobre los elefantes: «El gran elefante tiene por naturaleza aquello que raramente se encuentra en los hombres; esto es, probidad, prudencia, equidad y observancia de la religión; por ello, cuando hay luna llena, van al río y allí, purgándose, solemnemente se lavan, y así, saludado el planeta, vuelven a la selva. Y cuando están enfermos, se ponen de espaldas sobre la hierba mirando el cielo, como si se quisieran purificar». El escrito continúa enumerando otras nobles particularidades del paquidermo; por ejemplo: «teme y huye de las huellas de los hombres, pero si encuentra un hombre perdido en la selva lo acompaña hasta el camino, no combate nunca contra las mujeres ni asalta animales que sean menos potentes que él, deja pasar los rebaños y sólo parece que odie a los cerdos, los ratones y los dragones, pero su bondad es tanta que ni siquiera daña a éstos si no es provocado», lo que, naturalmente, sucede sólo con el dragón.
De todas estas virtudes del elefante, la más curiosa y sugestiva es, indiscutiblemente, la que se refiere a la religión. Leonardo debió de copiar esta noticia de los escritores antiguos, quizá de Plinio, que habla extensamente de los elefantes en su Historia Natural, en donde dice: «La inteligencia de los elefantes es tan grande que llega al punto de comprender una religión diferente a la suya; cuando deben atravesar el mar, se niegan a subir a las naves si los marineros no juran que los volverán a su país».
Imágenes y fuentes:
http://thisisnthappiness.com/
Un argumentum ad verecundiam, argumento de autoridad o magister dixit es una forma de falacia. Consiste en defender algo como verdadero porque quien es citado en el argumento tiene autoridad en la materia.

martes, 24 de febrero de 2015

Superpoblación. Universo 25, la utopía fatal

¿Cuál es el efecto de la superpoblación? En los años 60 había una amplia discusión sobre las teorías malthusianas, que predecían el fin de la civilización causado por el colapso de la capacidad de producción del planeta ante el incesante aumento del número de personas vivas. Los teóricos pensaban que si el crecimiento poblacional no se controlaba de alguna manera el resultado sería el hambre, el caos, las guerras por los recursos, la muerte. En los primeros años 70, serios informes de reputados especialistas colocaban en las primeras décadas del siglo XXI el colapso completo por saturación de personas y carencia de alimentos. Y sin embargo, un experimento del año 1968 describía con detalle lo que ocurre cuando en un grupo de mamíferos relativamente avanzado hay superpoblación pero no hay escasez de recursos.
El espectáculo es dantesco, y acaba en la muerte; pero no por inanición; resulta que en los animales sociales la superpoblación destruye la relación social y en última instancia mata, aunque no falte de nada.
La superpoblación, descubrió el etólogo estadounidense John B. Calhoun en su Universo 25, mata y extingue, pero no a causa de la escasez, sino del colapso social. El paraíso se convierte en un infierno, y llega el fin.
Universo 25 estaba diseñado para ser el paraíso terrenal de los ratones: era un hábitat construido de tal modo que todas las necesidades básicas de esta especie (alimento, agua, material de nidificación y lugares para construir nidos) fueran infinitos. El espacio era limitado, pero todo lo demás sobraba, y continuó sobrando durante toda la duración del experimento; porque ése era el objetivo, comprobar lo que ocurría cuando la escasez material no era el obstáculo.
John B. Calhoun en  el recinto del Universo 25
Cuatro parejas de ratones sanos y especialmente seleccionados entraron al Universo 25. Hacia el día 104, tras un periodo de familiarización con el entorno, empezaron a procrear. Hacia el día 315 había más de 600 ratones en el hábitat; en ausencia de escasez la reproducción había sido exponencial.
Pero, curiosamente, el crecimiento empezó a ralentizarse, y no por la falta de recursos. Lo que empezaba a faltar era el espacio: más de 300 machos competían ahora por conquistar y mantener territorios, sin los cuales no podían reproducirse. Ante el exceso de competencia, el territorio se convirtió en un recurso demasiado estresante y algunos machos comenzaron a dejar de luchar por él. El resultado fue un menor atractivo para las hembras y que la tasa de reproducción se rebajara. 
Photos © Spencer Tunick
La agresividad aumentó y se hizo generalizada. Los machos más débiles empezaron a quedar acorralados en el centro del hábitat, lejos de los recursos; estos machos secundarios se sumían en la apatía, pero de repente podían montar en cólera y atacar en masa a otros ratones sin provocación. Los atacados se convertían a su vez en agresores. Las hembras eran abandonadas por sus parejas y al quedar solas en los nidos eran vulnerables a los ataques; el estrés hizo a algunas atacar y devorar a sus propias crías. Un grupo de machos se atrincheró en una zona protegida y sus componentes se dedicaron al cuidado extremo del cuerpo en medio de la indolencia, sin entrar en peleas y sin intentar siquiera acercarse a las hembras; el experimentador los bautizó como "los guapos". Para el día 520 la población llegó a 2.200 ratones que vivían en un universo caótico y violento, casi sin reglas, empapado en agresión y sin sexo. A partir de ese momento la población comenzó a decrecer. 
El día 920, la tasa de nacimiento es cero. En este momento, la edad media de la población es de 776 días. El día 1471 finaliza el experimento. Quedan vivos 27 ratones: 23 hembras y 4 machos. El más joven de todos, tenía 987 días de edad, el equivalente a unos 90 años de vida humana. El colapso social era irreversible, y acabó en la muerte completa de la colonia.
Significativamente, el cambio de comportamiento y el colapso de la sociedad ratonil no revirtieron cuando los números volvieron a ser mucho más reducidos: ejemplares como "los guapos" o sus contrapartes femeninas, que estaban en mejores condiciones físicas para sobrevivir, no sabían cómo establecer relaciones sexuales. 
Lo llamativo es que esto sucedía en un entorno de completa abundancia: la comida, el agua, los lugares de nidificación o el material para nidos no faltaron jamás. Universo 25 era un paraíso materialista: las muertes no se produjeron por hambre o sed y jamás hubo escasez. Sencillamente la estructura social y mental de los ratones colapsó por el exceso de individuos, aunque no hubiese competencia ninguna por los recursos físicos. Como explicó John B. Calhoun, en cierto sentido los ratones habían dejado de ser ratones mucho antes de morir; lo que él denominó "la primera muerte", el colapso del modo de vida ratonil, precedió y causó la segunda muerte, la física. El paraíso se transformó en infierno cuando Universo 25 eliminó todo límite al crecimiento.
Un interesante resultado que hace pensar.
Y quizá tener pesadillas.

Imágenes y fuentes:

viernes, 20 de febrero de 2015

Multimillonarios. Verdades, curiosidades y asco

Si Bill Gates contase un dólar por segundo, día y noche sin parar, necesitaría 1.680 años en sumar todo el dinero que posee. Es decir, si hubiese empezado a contarlo en el año 330 estaría terminando justo ahora. Ya sé que es un ejercicio algo estúpido esto que acabo de explicar pero creo que sirve para imaginar el dinero que algunos han llegado a acumular. 
Según un cálculo de la ONG Oxfam, los ingresos (ingresos, no patrimonio) de las cien personas más ricas del mundo sumaron (en 2012) 200.480 millones de euros. Con esa cantidad se puede erradicar cuatro veces la pobreza extrema mundial. De modo que si arrebatásemos esos ingresos a esos cien señores dejarían de morir miles de niños inmediatamente. 
Según datos de Wealth-X*, Bill Gates, Amancio Ortega o Warren Buffett, tienen 76.000, 64.000 y 58.000 millones de dólares respectivamente. La suma de estos tres señores es mayor al PIB de Ecuador, Bielorrusia, Nueva Zelanda o Eslovaquia. La fortuna de Bill Gates es mayor al PIB de países como Uruguay, Bolivia o Camerún**.
Las mayores fortunas (2.325 multimillonarios) controlan el 4% de toda la riqueza mundial. La riqueza de todos los multimillonarios es mayor que el PIB de Japón*.
El 1% de la población de los que más tienen (millonarios + multimillonarios) controla el 40% de la riqueza mundial de 2014. Es el nivel de control más alto de toda la historia de la humanidad*.
El patrimonio de ocho de las grandes fortunas españolas gestionado a través de sicav -sociedades de inversión de capital variable- roza los tres billones de euros, según datos del mercado recogidos por EFE.
Al cierre de junio del año 2014, el patrimonio gestionado por estas ocho sicav se elevaba a 2.979.065 millones de euros: el equivalente al triple del PIB español (1,04 billones de euros)***.

Imágenes y fuentes:
**http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_%28PPA%29. El PIB es la suma de todos los bienes y servicios producidos por un país en un año.

lunes, 16 de febrero de 2015

Los microenemigos que acabaron con el ejército de Napoleón

La invasión del Imperio ruso liderada por Napoleón en 1812 fue un punto de inflexión en el transcurso de las Guerras Napoleónicas. La campaña redujo a las fuerzas de invasión francesas y aliadas a menos del diez por ciento de su capacidad inicial.
En junio de 1812, la Grande Armée de Napoleón, formada por 691.500 hombres, el mayor ejército jamás formado en la historia europea hasta ese momento, cruzó el río Niemen y enfiló el camino de Moscú. En ese momento, la Grande Armée se componía de una fuerza central de asalto de 250.000 soldados bajo el mando personal del Emperador, otras dos líneas de frente bajo el mando de Eugène de Beauharnais (con 80.000 hombres) y Jérôme Bonaparte (con 70.000). Además, contaba con tropas austriacas, alemanas, polacas, italianas, españolas (con unos cinco mil soldados), portuguesas, suizas y croatas.
Napoleón decidió invadir Rusia para obligar al Zar a volver a aliarse con él en su bloqueo continental a Inglaterra. Sin embargo, lo que suponía que iba a ser una campaña rápida y sencilla se convirtió en una de las mayores catástrofes militares de la Historia: menos de 30.000 soldados napoleónicos sobrevivieron a la incursión que prácticamente supuso la destrucción de la Grande Armée.
El ejército francés cruzó toda Europa. Al pasar por Polonia, zona endémica del temible tifus, los soldados fueron presa de un engorroso ataque de piojos y garrapatas, cuyas picaduras se trataban con gasas impregnadas en vino o con malvavisco. En aquel momento se ignoraban las posibles consecuencias, pero con el paso de los días las picaduras se convirtieron en grandes erupciones en la piel. Los soldados intentaban aliviar los terribles picores que provocaban rascándose tan fuerte que se hacían heridas aún más grandes. Después, las altas fiebres se apoderaban de sus cuerpos provocando desvanecimientos. Cayeron más soldados enfermos que en la batalla.
Sabiendo que el enfrentamiento con los franceses en combate abierto supondría el sacrificio del ejército ruso, los generales rusos se vieron obligados a retirarse una y otra vez. Finalmente, se consiguió establecer una posición defensiva en Borodinó (tras un encontronazo sin resultados en Smolensk en agosto). La Batalla de Borodinó, el 7 de septiembre, fue el día más sangriento de combates en la historia humana (unos 125 muertos en un solo día) y se saldó con victoria francesa. Aquel día, Napoleón sufría fiebre.
Y además, el ejército estaba siendo objeto de los ataques de otro enemigo. Un enemigo tan poderoso como minúsculo, casi invisible, que no diferenciaba ningún bando, atacando a mansalva tanto a rusos como a soldados imperiales. Las picaduras de los piojos estaban dando sus frutos. Los propios oficiales, al rascarse, se esparcían por sus heridas, cada vez más abiertas, la munición de estos artrópodos: una miríada de bacterias penetraba en el torrente circulatorio y provocaba inflamaciones en los vasos sanguíneos, llegando a afectar a casi todos los órganos.
Después de Borodinó, el ejército francés ocupó la desolada Moscú y, después, inició la retirada.
Mapa de Charles Minard (1869) que muestra el movimiento, las pérdidas humanas
y la temperatura ambiental durante la campaña de Napoleón contra Rusia en 1812.
Fue una pesadilla: falta de abastecimiento, hambre, tifus, piojos y el despiadado invierno ruso, sembraron de cadáveres y moribundos la vasta estepa. “Los microbios son nuestros peores enemigos”, formularon los médicos franceses.  Recordándonos a Felipe II, el emperador afirmó “Vine a pelear contra hombres, no contra la Naturaleza”.
Fuentes:
http://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2014/07/02/los-microenemigos-que-acabaron-con-el-ejercito-de-napoleon/
http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_napole%C3%B3nica_de_Rusia
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Borodin%C3%B3
http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_napole%C3%B3nica_de_Rusia#mediaviewer/File:Minard.png
http://www.guntherprienmilitaria.com.mx/articulo43.html

miércoles, 11 de febrero de 2015

Cada vez somos más tontos

¿Somos cada vez más tontos? Parece que sí. Un estudio afirma que los occidentales hemos perdido 14 puntos de cociente intelectual de media desde la época victoriana. Jan te Nijehuis, profesor de la Universidad de Amsterdam y coautor de la investigación, señala como causa el hecho de que las mujeres de elevada inteligencia tienden a tener menos niños que las mujeres de un cociente más bajo, una relación demostrada en otros estudios.
Nijenhuis y sus colegas han analizado los resultados de 14 estudios de inteligencia elaborados entre los años 1884 y 2004, incluido uno elaborado por el antropólogo y sobrino de Charles Darwin, Francis Galton. Estos estudios medían el tiempo de reacción a un estímulo visual -es decir, lo que se tarda en apretar un botón desde que se observa una señal-, una capacidad que refleja la velocidad de procesamiento mental de una persona y por tanto es considerada un indicador de la inteligencia en general.
A finales del XIX, el tiempo de reacción rondaba los 194 milisegundos, mientras en 2004 había aumentado a 275. 
También el biólogo (investigador genetista de la universidad de Stanford) Gerald Crabtree defiende en dos artículos publicados en la revista científica Trends in Genetics que hace tiempo (en una época que sitúa al final de la prehistoria) alcanzamos el cénit de nuestra inteligencia y que desde entonces no hemos hecho más que ir a peor.
La razón por la que la evolución se produjo en ese momento y no en otro es porque el hombre debía enfrentarse a situaciones particularmente críticas, por lo que tenía que ser capaz de dar respuestas muy variadas a las diferentes dificultades que el entorno presentaba y, de esa manera, se vio obligado a desarrollar su inteligencia si no quería morir.
Un cazador que no fuese capaz de concebir una solución para conseguir comida probablemente moriría junto a su familia. Crabtree sitúa nuestro desarrollo pleno en algún momento hace entre dos mil y seil mil años. El investigador defiende que quizá demos por hecho nuestra inteligencia, que para él es mucho más frágil de lo que cabría pensar y que es posible que en algún momento (lejano) del futuro sus efectos comiencen a notarse.
http://www.pawelkuczynski.com/index.php
Sobre la base de los datos conseguidos por el Consorcio del Proyecto 1000 Genomas (publicados en Nature), Crabtree estima que, en los últimos 3.000 años (aproximadamente 120 generaciones), se han producido cerca de 5.000 nuevas mutaciones en los genes que regulan nuestra capacidad intelectual. Afirma que la mayoría de estas mutaciones no tendrá ningún efecto, mientras que alrededor del 2% al 5% son perjudiciales y solo una extremadamente pequeña fracción de ellas implica beneficios. Eso le lleva a la conclusión de que la humanidad está perdiendo capacidad intelectual ya que son muy superiores las mutaciones perjudiciales que las mutaciones beneficiosas.
Crabtree cree que nuestra decadencia intelectual como raza tiene mucho que ver con estas mutaciones genéticas adversas y llega a afirmar: “Yo apostaría a que si un ciudadano medio de la antigua Grecia apareciera de repente en medio de nosotros, él o ella podría estar entre los más brillantes y sería el más despierto intelectualmente hablando de nuestro entorno, con una buena memoria, una amplia gama de ideas y una visión clarividente de cuestiones importantes. Además, creo que él o ella estaría entre los emocionalmente más estables, si lo comparamos con nuestros amigos y colegas”.
Pero la inteligencia humana está sufriendo también por otras razones.
El sistema de alimentación actual (con aditivos, conservantes, colorantes, edulcorantes artificiales, hormonas sintéticas...) produce parte de esa degradación, reduciendo la inteligencia en muchos ámbitos. De hecho, varios nutricionistas han demostrado que los niños que consumen determinados productos (bebidas gaseosas azucaradas, productos procesados artificialmente...) están expuestos a trastornos de comportamiento, tienen peor desarrollo cognitivo y neurofisiológico y presentan un porcentaje significativamente mayor de problemas de aprendizaje.
Asimismo, los pesticidas apuntan a ser una parte importante del problema, habiéndose notado que, por ejemplo, los clorpirifos están relacionados con “significativas anomalías” incluso a bajos niveles de exposición. Investigaciones recientes indican que los niños expuestos al clorpirifos en el útero tienen un mayor riesgo de retrasos en el desarrollo mental y motor a los 3 años y una mayor incidencia de trastornos generalizados del desarrollo como el  TDAH (transtorno por déficit de atención e hiperactividad).

Fuentes:

viernes, 6 de febrero de 2015

La educación y el delegado de Primo

El gobierno primorriverista es un intento, quizás el más serio, de llevar a la práctica un programa regeneracionista en el contexto de la revolución «desde arriba».
En estas coordenadas se piensa en la posibilidad de una reforma global de la educación que aleje el clasismo de la enseñanza, suprima el monopolio clerical e incorpore las nuevas corrientes pedagógicas a una realidad escolar anquilosada. Sin embargo, el capitalismo de Estado primorriverista da paso a una política expansiva —fundamentalmente enmarcada en el Ministerio de Fomento— que, apoyada en la ola de prosperidad que invade España en los «años veinte», se traduce, en lo educativo, en un ligero aumento cuantitativo del sistema escolar, sin mejora alguna de la calidad de la educación impartida.
El Dictador, que no puede defraudar a los grupos que le han ofrecido su apoyo para alzarse con el poder, convierte la educación en un vehículo ideologizador del régimen, donde la religión y el patriotismo —valores esenciales de la España ansiada por su gobierno— son los parámetros conductores de la actividad escolar.
El Magisterio, que venía sufriendo maltrato en este país desde el inicio de los tiempos, va a ser olvidado por la Dictadura, que dedica sus esfuerzos a la segunda enseñanza —feudo conservador por excelencia— y, en los últimos años de su mandato, a las revueltas universitarias. Su política apenas va a dar solución a la extensa problemática que el maestro tiene planteada.
En estos años se nombraron unos delegados gubernativos que, entre otras cosas, debían controlar y vigilar las escuelas para comprobar si los maestros cumplían con los deberes de su profesión.
En Orense se quejaron de que el delegado había encomendado a la Guardia Civil el visitar las escuelas y que, para mayor inri, imponía a los maestros usar un librito que había editado con el título de Consejos a los niños para que sean buenos. De cómo sería aquel libro basta copiar esta sentencia:

El niño bueno procura
no jugar con la basura.
Debes ser muy aplicado,
pues lo manda el delegado.

Fuentes:
http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/79424/1/El_magisterio_primario_en_la_dictadura_d.pdf
Fisas, Carlos: Historias de la Historia. Planeta, Barcelona, 1989
http://www.andalucesdiario.es/politica/fulgor-y-muerte-de-un-maestro-andaluz/

miércoles, 4 de febrero de 2015

Sobre la educación de la mujer en el Siglo de Oro


Todas las reinas españolas supieron leer, escribir y dominaban varios idiomas, entre ellos frecuentemente el latín, pero la mujer en general no tenía ninguna cultura y ello es aplicable incluso a damas de alta alcurnia.
Luis Vives escribió a favor de la instrucción femenina pero lo normal era lo contrario. En general, los moralistas del siglo XVI se opusieron a la instrucción femenina, entroncando con la tradición medieval de desconfianza hacia un incremento de la habilidad de las mujeres. Estos no aludían a una supuesta «inferioridad natural», sino que preveían lo que podía suceder y se anticipaban a la reacción contra las "cultas" del siglo XVII. Así, por ejemplo, Juan de la Cerda y Gaspar de Astete se mostraron algo más que cautelosos.

Juan de la Cerda refuta a Vives y se manifiesta en contra de que a todas las mujeres se les enseñe a escribir, «no porque de suyo sea malo», sino porque «habemos visto en nuestros tiempos que de saber las doncellas y otras damas escribir, hanse seguido graves inconvenientes, que de tener la pluma en la mano se recrecen». En conclusión, propone que las doncellas aprendan a leer pero no a escribir, para que así no puedan «responder a los billetes que les envían los hombres livianos». Es consciente de que «muchas hay que saben este ejercicio — escribir— y usan bien de él; mas usan otras dél tan mal, que no sería de parecer que lo aprendiesen todas». Pero se da cuenta de que las mujeres que están decididas a burlar los encierros domésticos lo harán sean analfabetas o no: «…aunque no sepan leer no les faltan otras industrias de mucho ingenio que ellas inventan, con que se entienden con sus consortes sin escribirse; porque todas, como muy amestradas de naturaleza, usan luego de unas señas y meneos, respuestas o palabras, con las cuales, como por cifras, agudamente dan a entender sus dañados conceptos». En definitiva, propone que a las doncellas se las enseñe a bordar, hilar, coser, hacer conservas y guisar, y que no se las deje ni un minuto ociosas.
El jesuita Gaspar de Astete es de la misma opinión. Es necesario controlar a la mujer y un medio eficaz es someterla a través de la cultura (de la falta de ella). Le parece aceptable que todas las doncellas aprendan a leer, pero no que sepan escribir, porque las mujeres no han de ganar «de comer por el escribir ni contar», ni se han «de valer con la pluma como el hombre»; «antes, así como es gloria para el hombre pluma en la mano, y espada en la cinta, así es gloria para la mujer el huso en la mano y la rueca en la cinta y el ojo en la almohadilla». Dice que la doncella cristiana debe contentarse con saber leer, que por no saber escribir no perderá su honor ni su reputación, y que escribir no le es necesario y le puede ser dañoso, «como la experiencia enseña». «Porque muchas mujeres andan y perseveran en malos tratos, porque se ayudan del escribir para responder a las cartas que reciben y como escriben por su mano encubren mejor los tratos que traen y hacen más seguramente lo que quieren, mas si hubiesen de escribir por mano ajena […] cesarían de vivir mal, por no fiar su vida del poco secreto y recato que hay en algunas personas terceras». 
Tanto De la Cerda como Astete son partidarios de que le enseñe a la doncella a leer su madre, en casa, o algún maestro particular de confianza. De la Cerda advierte a la madre que, si contrata a un profesor, no lo deje nunca solo con la discípula, porque en situaciones así «se han sucedido casos muy ruines». Astete afirma que a los chicos es más conveniente llevarlos a aprender a las escuelas públicas y comunes, pero no a las chicas, «porque del trato y de la conversación con los muchachos de la escuela (que suelen ser libres, traviesos y deshonestos) se les puede pegar alguna roña de libertad y malas costumbres». Además, si la niña va a aprender al colegio se acostumbra a salir fuera de casa, «se hace callejera y amiga de ver gente, lo cual en cualquier mujer es cosa reprensible». Como un axioma que se mantendrá hasta el siglo XX, la libertad debe ser exclusivamente patrimonio del hombre.
Según él, en casa deben enseñar a la doncella «a tomar la rueca en la cinta, y el huso en la mano y hacer sus mazorcas, y echar sus telas de lana y lino».

Fuentes:
http://www.vintag.es/2014/04/interesting-vintage-pictures-of-female.html
Vigil, Mariló: La vida de las mujeres en los siglos XVI y XVII. Siglo XXI, Madrid, 1998.
http://www.liceus.com/cgi-bin/ac/pu/conveniente_matrimonio.asp

lunes, 2 de febrero de 2015

La preferencia de los hombres por mujeres jóvenes, nueva hipótesis sobre el origen de la menopausia


El ser humano es uno de los pocos animales que vive más allá de su etapa fértil –solo se ha encontrado este fenómeno en ballenas y chimpancés en cautividad–. Se han propuesto numerosas teorías sobre el origen de la menopausia y ahora un equipo de científicos de la Universidad McMaster de Ontario (Canadá) propone una nueva.
“Los machos prefieren hembras jóvenes, lo que permite que las mutaciones que afectan a la fertilidad, responsables de la menopausia, escapen del proceso de selección y se acumulen en la madurez”, explica Rama Singh, coautor de un estudio.
Según los autores, hasta ahora se había ignorado el efecto que la elección del macho podía ejercer. Para estudiarlo, desarrollaron un modelo de simulación computacional para comprobar si las preferencias de los varones provocarían la acumulación de mutaciones en las hembras y, por lo tanto, podría menopausia.
“Realizamos simulaciones por ordenador, en las que incluimos tasas de mutación, esquemas de emparejamiento y fecundidad femenina”, explica Singh. “Los resultados apoyaron nuestra teoría”.
Cuando los machos del modelo no tenían preferencias relacionadas con la edad, la fertilidad de las hembras se mantenía durante toda su vida. Pero cuando estos preferían hembras jóvenes, la menopausia aparecía.
La investigación también sugiere que, de invertirse el modelo -hembras que prefieren machos jóvenes–, el papel de cada sexo también se invertiría.
“La menopausia es interesante porque afecta a todas las mujeres, es casi exclusiva del ser humano y es difícil de explicar biológicamente”, aclara Singh. Por ello, hasta ahora existían numerosas hipótesis sobre su origen y evolución. Estas ideas se pueden dividir en dos categorías: las que explican la menopausia como un producto de la mayor esperanza de vida y las que valoran los beneficios que las hembras no reproductoras aportan a su descendencia.
Según Singh “existen muchas hipótesis que podrían explicar la menopausia de forma combinada, pero en ciencia buscamos la explicación más sencilla, aunque haya más de una posible”.

Imágenes y fuentes:
http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-preferencia-de-los-hombres-por-mujeres-jovenes-nueva-hipotesis-sobre-el-origen-de-la-menopausia
http://thisisnthappiness.com/post/108193310414/sue-lyon-lolita