miércoles, 9 de febrero de 2011

Los renos de St Matthew Island

Saint Matthew es una apartada isla junto a Alaska que durante siglos había estado tranquila en medio del frío Mar de Bering. Durante la segunda guerra mundial, a alguien se le ocurrió darle una función bélica instalando una estación de radio.
Un equipo de 19 hombres se encargaría de las instalaciones y del proyecto en la isla. Junto con todos los materiales a bordo, también se cargaron 29 renos que, en caso de necesidades sobrevenidas, pudieran servir de aprovisionamiento y alimento... por si acaso.
Sin embargo, la guerra terminó un año después y el alto mando ordenó desmontar el campamento y volver a casa. Los 19 hombres recogieron sus cosas, embarcaron y regresaron a sus hogares... dejando a aquellos 29 renos en la isla.
Saint Matthew volvía a ser una isla desierta, aunque en esta ocasión albergaba a unos invitados recién llegados que, en ausencia de humanos, se convertirían en amos y señores del lugar.
Los renos, con un clima adecuado, una vegetación abundante y, sobre todo, sin depredadores, dieron rienda suelta a sus instintos (ejem).
Años después, en 1957, un equipo de investigadores visitó la isla y, para su sorpresa, la colonia de renos había pasado (en trece años) de los 29 originales a 1350 ejemplares.


Los renos, toda una colonia a estas alturas, estaban bien alimentados, saludables y se habían multiplicado a un ritmo más que considerable.
Desde aquel año de 1957 hasta la próxima visita humana a Saint Matthew habrían de pasar otros 6 años, 1963.
La población de renos en esos seis años había pasado de 1350 renos a la cifra de 6000 ejemplares. El crecimiento dejó con la boca abierta a los investigadores que regresaron a Saint Matthew... aquel asombro se convertiría en estupor tan solo 3 años después...

1966. Nuevos investigadores, interesados en esta interesante colonia de renos regresan a la isla y se encuentran con lo impensable... centenares de huesos, esqueletos y cadáveres diseminados por toda la isla...

En tres años (de 1963 a 1966) la población de 6000 renos se había visto reducida drásticamente a cifras escalofriantes: sólamente habían sobrevivido 42 ejemplares, la isla, antes verde y fértil, se encontraba totalmente agotada y la vegetación apenas se encontraba cuando antes abundaba por cualquier rincón.

El desmesurado crecimiento de la población acabó con los recursos de Saint Matthew hasta que un breve invierno de escasez, bastó para acabar con la próspera comunidad de renos.

Ahora a alguien seguro que se le ocurre comparar esto con la población humana y los limitados recursos terrestres.

Toda la historia en las recomendables viñetas de Stuart McMillen,
http://www.recombinantrecords.net/