lunes, 16 de febrero de 2015

Los microenemigos que acabaron con el ejército de Napoleón

La invasión del Imperio ruso liderada por Napoleón en 1812 fue un punto de inflexión en el transcurso de las Guerras Napoleónicas. La campaña redujo a las fuerzas de invasión francesas y aliadas a menos del diez por ciento de su capacidad inicial.
En junio de 1812, la Grande Armée de Napoleón, formada por 691.500 hombres, el mayor ejército jamás formado en la historia europea hasta ese momento, cruzó el río Niemen y enfiló el camino de Moscú. En ese momento, la Grande Armée se componía de una fuerza central de asalto de 250.000 soldados bajo el mando personal del Emperador, otras dos líneas de frente bajo el mando de Eugène de Beauharnais (con 80.000 hombres) y Jérôme Bonaparte (con 70.000). Además, contaba con tropas austriacas, alemanas, polacas, italianas, españolas (con unos cinco mil soldados), portuguesas, suizas y croatas.
Napoleón decidió invadir Rusia para obligar al Zar a volver a aliarse con él en su bloqueo continental a Inglaterra. Sin embargo, lo que suponía que iba a ser una campaña rápida y sencilla se convirtió en una de las mayores catástrofes militares de la Historia: menos de 30.000 soldados napoleónicos sobrevivieron a la incursión que prácticamente supuso la destrucción de la Grande Armée.
El ejército francés cruzó toda Europa. Al pasar por Polonia, zona endémica del temible tifus, los soldados fueron presa de un engorroso ataque de piojos y garrapatas, cuyas picaduras se trataban con gasas impregnadas en vino o con malvavisco. En aquel momento se ignoraban las posibles consecuencias, pero con el paso de los días las picaduras se convirtieron en grandes erupciones en la piel. Los soldados intentaban aliviar los terribles picores que provocaban rascándose tan fuerte que se hacían heridas aún más grandes. Después, las altas fiebres se apoderaban de sus cuerpos provocando desvanecimientos. Cayeron más soldados enfermos que en la batalla.
Sabiendo que el enfrentamiento con los franceses en combate abierto supondría el sacrificio del ejército ruso, los generales rusos se vieron obligados a retirarse una y otra vez. Finalmente, se consiguió establecer una posición defensiva en Borodinó (tras un encontronazo sin resultados en Smolensk en agosto). La Batalla de Borodinó, el 7 de septiembre, fue el día más sangriento de combates en la historia humana (unos 125 muertos en un solo día) y se saldó con victoria francesa. Aquel día, Napoleón sufría fiebre.
Y además, el ejército estaba siendo objeto de los ataques de otro enemigo. Un enemigo tan poderoso como minúsculo, casi invisible, que no diferenciaba ningún bando, atacando a mansalva tanto a rusos como a soldados imperiales. Las picaduras de los piojos estaban dando sus frutos. Los propios oficiales, al rascarse, se esparcían por sus heridas, cada vez más abiertas, la munición de estos artrópodos: una miríada de bacterias penetraba en el torrente circulatorio y provocaba inflamaciones en los vasos sanguíneos, llegando a afectar a casi todos los órganos.
Después de Borodinó, el ejército francés ocupó la desolada Moscú y, después, inició la retirada.
Mapa de Charles Minard (1869) que muestra el movimiento, las pérdidas humanas
y la temperatura ambiental durante la campaña de Napoleón contra Rusia en 1812.
Fue una pesadilla: falta de abastecimiento, hambre, tifus, piojos y el despiadado invierno ruso, sembraron de cadáveres y moribundos la vasta estepa. “Los microbios son nuestros peores enemigos”, formularon los médicos franceses.  Recordándonos a Felipe II, el emperador afirmó “Vine a pelear contra hombres, no contra la Naturaleza”.
Fuentes:
http://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2014/07/02/los-microenemigos-que-acabaron-con-el-ejercito-de-napoleon/
http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_napole%C3%B3nica_de_Rusia
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Borodin%C3%B3
http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_napole%C3%B3nica_de_Rusia#mediaviewer/File:Minard.png
http://www.guntherprienmilitaria.com.mx/articulo43.html

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