Hannón "el Navegante" fue un explorador cartaginés que, apoyado por una flota y varios cientos de colonos, fundó o repobló siete ciudades cartaginesas de la costa atlántica de Marruecos y exploró la costa oeste de África, aparentemente hasta el Golfo de Guinea. Vivió entre 530 a.C. y 450 a.C. aproximadamente.
Se indica que Hannón inscribió su bitácora de viaje en una tablilla que fue colgada en el templo de Baal (a quien los griegos identificaron con Crono) cuando regresó a Cartago. Este relato fue traducido al griego, correspondiendo esta versión al conocido Periplo de Hannón.
Según el texto original en griego, en el que se califica a Hannón como rey, zarpó de Cartago con 60 barcos y 30.000 personas entre hombres y mujeres. Tras pasar las Columnas de Hércules fundó varias colonias.
Algunos intérpretes del periplo afirman que Hannón alcanzó lo que es hoy Sierra Leona y el Cabo Palmas, en parte debido a que su descripción del amanecer y la configuración de la parte norte del cielo, un detalle que los geógrafos griegos encontraron absurdo e imposible.
En la isla que constituyó el término de su viaje, el explorador halló lo que describió como "mujeres velludas", llamadas por los intérpretes lixitas como gorilas. Se piensa que este pasaje puede describir un encuentro prematuro con algunas especies de mono. Posiblemente aquellas "mujeres peludas" eran gorilas —el nombre de esta especie fue tomado de este relato— o quizá chimpancés. Otra teoría postula que las "mujeres peludas" eran efectivamente eso. Como las mujeres descritas son pequeñas, también se ha especulado que Hannón encontrara pigmeos.
El título completo del relato, uno de los pocos conservados de la literatura fenicia, es El viaje de Hannón, comandante de los cartagineses, alrededor de las partes de Libia más allá de la Columnas de Hércules, que depositó en el templo de Crono. La narración fue conocida por Arriano y por Plinio el Viejo, que comenta que Hannón llegó a circunnavegar toda el Africa, saliendo del Mar Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar, bordeando toda la costa africana hacia el sur, doblando por el Cabo de la Buena Esperanza, y regresando por el Golfo Arábigo*.
Más o menos por la mismas fechas, según Plinio, otro cartaginés, Himilcón, navegó durante cuatro meses por aguas del Atlántico en busca de las Islas del Estaño, las fabulosas Casitérides: “Cuando el poderío de Cartago era floreciente, Hannón hizo el periplo desde Gades hasta las fronteras de Arabia y publicó el relato de su viaje como hizo también Himilcón, enviado por esa misma época a explorar las costas de Europa”.
La localización de las Islas del Estaño permanece incierta, si bien se han identificado con las islas gallegas, con la Bretaña francesa y con Cornualles. Parece que Himilcón, siguiendo informaciones de los fenicios de Gadir, realizó un viaje de exploración que le permitió llegar a las costas de Bretaña, sur de Inglaterra e Irlanda.
La localización de las Islas del Estaño permanece incierta, si bien se han identificado con las islas gallegas, con la Bretaña francesa y con Cornualles. Parece que Himilcón, siguiendo informaciones de los fenicios de Gadir, realizó un viaje de exploración que le permitió llegar a las costas de Bretaña, sur de Inglaterra e Irlanda.
Ni la tentativa de Himilcón, ni aquella otra de Hannón parecen haber tenido continuidad, lo que muchas veces se ha interpretado como signo de fracaso. Recientes descubrimientos en las costas de Galicia, donde se ha encontrado un altar púnico así como restos de ánforas y otras cerámicas del mismo origen, sumados a antiguos hallazgos, sugieren que cartagineses y púnicos gaditanos llegaron a surcar estos mares con mayor frecuencia de lo que hasta ahora se había contemplado.
* Parece cierto que navegantes tirios al servicio del faraón Necao circunnavegaron África algunas décadas antes (600 a.C), seguiendo al historiador y geógrafo griego Herodoto. El rey egipcio, que buscaba una solución alternativa a la de reconstruir un canal que unía el río Nilo y el Mar Rojo, encargó a un grupo de fenicios que circunnavegaran África, tierra que el faraón creía que sería de un tamaño no mucho mayor que su reino. Con ello pretendía comprobar si podía existir una nueva ruta comercial viable. La expedición fenicia tardó tres años en circunnavegar los 36.600 kilómetros del litoral africano.
Fuentes:http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/antigua/roma_cartago.shtml#roma7
http://www.culturagalega.org/noticia.php?id=3570
http://nuevageografiacanaria.blogspot.com.es/2013/02/navegantes-antiguos-en-el-atlantico.html
http://qarthadast.blogspot.com.es/2008/05/el-periplo-de-himilcn.html
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