Nicholas Carr (autor de Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?) considera que la influencia de las nuevas tecnologías está modificando nuestra manera de pensar y de actuar, que esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital (y que, según Carr, es inherente a las nuevas tecnologías) nos convierte en espectadores superficiales y compulsivos y nos aleja del pensamiento reflexivo.
El debate sobre la influencia de internet en los procesos de construcción del pensamiento lleva un tiempo abierto y es muy interesante.
Nicholas Carr advierte que “con sus constantes
distracciones e interrupciones, la Red nos está convirtiendo en
pensadores dispersos y superficiales”. Como dice Cory Doctorow:
“Cada vez que encendemos el ordenador, nos sumergimos en un
ecosistema de tecnologías de la interrupción”.
La consultora Linda Stone señala en uno de sus estudios que cada trabajador en EE UU tiene ocho ventanas abiertas simultáneamente en la pantalla y salta de una a otra cada 20 segundos. Stone (creadora del término "atención parcial continua") observó que los nativos digitales estaban incesantemente semiconcentrados en muchas cosas a la vez y que este estado de "atención parcial" tiene desventajas a nivel reflexivo y de comprensión ya que las investigaciones sugieren que la calidad de la concentración disminuye con el número adicional de estímulos. Además, estos jóvenes nacidos en la era de la informática están orientados hacia la recompensa a corto plazo, como las que se consiguen con los videojuegos, y buscan situaciones que imiten esa dinámica en su entorno real.
La consultora Linda Stone señala en uno de sus estudios que cada trabajador en EE UU tiene ocho ventanas abiertas simultáneamente en la pantalla y salta de una a otra cada 20 segundos. Stone (creadora del término "atención parcial continua") observó que los nativos digitales estaban incesantemente semiconcentrados en muchas cosas a la vez y que este estado de "atención parcial" tiene desventajas a nivel reflexivo y de comprensión ya que las investigaciones sugieren que la calidad de la concentración disminuye con el número adicional de estímulos. Además, estos jóvenes nacidos en la era de la informática están orientados hacia la recompensa a corto plazo, como las que se consiguen con los videojuegos, y buscan situaciones que imiten esa dinámica en su entorno real.
Para Carr, la multitarea, instigada por el uso de internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información, "esto no solo nos deshumaniza un poco sino que nos uniformiza".
Una manifestación de cómo la tecnología puede propiciar la
superficialidad viene de la mano del PowerPoint. Franck Frommer, en
su libro El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que
nos vuelve estúpidos, hace un recorrido por el impacto que esta
herramienta ha tenido en una manera de comunicar y construir el
pensamiento, con efectos devastadores.
Steven Pinker, científico y lingüista, defensor
de las posibilidades de la web para generar conocimiento, avisa:
“Si lo que usted busca es profundidad intelectual, no recurra a un
PowerPoint o a Google”. Se parece un poco al directivo que recuerda Larrea, que antes de
empezar a escuchar una presentación pregunta: “¿Usted trae un
PowerPoint o sabe de lo que viene a hablar?”.
Carr, Nicholas: Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Taurus, Madrid, 2011.
Frommer, Franck: El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que nos vuelve estúpidos, Península, Barcelona, 2011.
3 comentarios:
¿Tiene esto algo que ver con que mientras estaba el artículo he enviado un correo, he descargado las fotos de mi cámara y he buscado un libro de ciclismo? Por cierto, ¿de qué va el artículo?
jeje
El artículo trata sobre un ciclista con un cartel que lleva colgada una máquina de escribir que tiene un cartucho de tinta reciclado de los baratos.
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