viernes, 21 de enero de 2011

El compromiso político de Picasso


Un objetivo del establishment artístico de EEUU (que es profundamente conservador) es despolitizar el arte, marginando o desdeñando el arte comprometido en el proyecto de cambio de la sociedad. Un ejemplo de ello es el artículo que el crítico John Richardson acaba de escribir en The New York Review of Books (la revista intelectual más prestigiosa de EEUU) sobre Picasso y su compromiso político (25-11-10), a raíz de la exposición de las pinturas de Picasso sobre el tema Libertad y Paz –que se está exponiendo en Viena y se presentará después en Copenhague–.
Tal artículo intenta despolitizar cualquier expresión artística, intento que es, por cierto, profundamente político[...]
En este objetivo de despolitizar el arte, se enfatiza la vivencia existencial del artista sin ninguna reflexión sobre el contexto político que la configura. Ello explica que John Richardson llegue a atribuir las variaciones en el arte de Picasso, primordialmente, a los cambios de amantes y la influencia que estas tuvieron –según Richardson– en el pintor. Es cierto que cita que Picasso fue miembro del Partido Comunista desde el año 1944 y que nunca dejó de serlo, pero trivializa este hecho como si fuera una mera anécdota sin importancia. En realidad, dice que los vaivenes políticos de Picasso (le atribuye erróneamente ser monárquico antes de la Guerra Civil) eran tan constantes como los cambios de amantes [...]
Una última nota. Picasso ha sido uno de los pintores que más coherencia han mostrado en su vida. Es el caso opuesto a Dalí que, para congraciarse con la dictadura, insultaba públicamente a Picasso, llegando a enviar telegramas de felicitación al dictador cuando este firmaba penas de muerte para los miembros de la resistencia detenidos (y fusilados) por la dictadura. Pocas veces ha alcanzado un artista, o un ser humano, el nivel de vileza de Dalí. No era de extrañar que, cuando se estableció la democracia, Dalí se fuese durante una temporada a Francia, temeroso de que la población lo linchara. Hoy el establishment conservador español y catalán adora y promueve a Dalí, e ignora a Picasso.
El comportamiento oportunista y vil de Dalí, sin embargo, contrastó con la integridad de Picasso, que desde el principio hasta el final mostró su horror por la guerra, por el nazismo y por el fascismo, y por todos sus semejantes que todavía persisten. Y ahí quedan su Guernica, La violación de las Sabinas, Masacre en Corea y muchos otros cuadros, piezas que continúan siendo relevantes, como lo demostró el hecho de que, durante la Guerra de Irak, el secretariado de Naciones Unidas ordenara sacar una reproducción del Guernica de la sala de prensa de Naciones Unidas donde se daban las conferencias de prensa sobre la invasión de Irak.
Querer presentar a Picasso como apolítico y carente de compromiso es una mezquindad y una ofensa a su memoria y a la de miles y miles de artistas que defendieron los valores de la justicia pagando un enorme coste por ello [...]

1 comentario:

Nono dijo...

Te enlazo en Facebook. Que la gente se entere.