viernes, 1 de agosto de 2014

Cinco libras por un aborigen. Tasmania

Aunque los británicos la llamaron Black War (Guerra Negra), no se declaró ninguna guerra. De esta forma, denominan los ingleses al exterminio de los aborígenes de Tasmania promovido directamente por el Imperio británico.
La isla de Tasmania está situada a doscientos cuarenta kilómetros al sureste de Australia. La isla estaba poblada por aborígenes de tez negra, pelo rizado, baja estatura (los hombres 1,60 y las mujeres 1,48 metros) y de complexión delgada, dedicados a la caza y la recolección con medios muy rudimentarios.
Tuvieron la mala suerte de que el navegante holandés Abel Tasman Jansen arribase a sus costas en 1642. Hasta que en 1855 comenzó a denominarse Tasmania por su descubridor, se llamaba Tierra de Van Diemen por Anthony Van Diemen, gobernador general de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en aquella época. Más tarde pasaron por allí franceses y británicos que comenzaron a esclavizar a muchos aborígenes.
Desde la llegada de los primeros barcos con colonos europeos en 1772 los habitantes autóctonos tasmanos fueron utilizados como fuerza de trabajo esclava y fuente de placer sexual, fueron torturados y mutilados. Se cazaban y se vendían sus pieles como si fuesen animales peligrosos exóticos. 
En 1803, los británicos establecieron una colonia penal en Tasmania y la isla comenzó a recibir lo mejor de cada casa. Con estos indeseables también llegaron colonos dispuestos a conseguir terrenos donde establecerse sin respetar los territorios de caza de los aborígenes. Poco tardaron en llegar los primeros enfrentamientos entre los colonos, apoyados por el ejército británico, y los nativos del lugar que siempre llevaron las de perder. Hacia 1830 el número de tasmanos se había reducido de unos cinco mil a sólo 220 o 72 -según las fuentes- que fueron finalmente recluidos hasta su muerte. 
En 1826, el Tasmania Colonial Times justificaba este exterminio como autodefensa:
"No estamos aquí por nuestra labor filantrópica. La autodefensa es la primera ley de la naturaleza. Si el gobierno no elimina a los nativos, serán cazados como fieras".
Para acabar con aquel problema por la vía rápida, en 1828 se autorizó la caza de aborígenes estableciendo una recompensa de cinco libras por la captura de un adulto y dos libras por un niño. En 1860 murió el último hombre tasmano y, como recuerdo, el miserable George Stokell, de la Royal Society of Tasmania, ordenó que desollasen su cuerpo para hacerse una cartera. La última mujer tasmana, Truganini, murió en 1876. El genocidio había terminado.

http://canarias-semanal.org/not/13763/cuando-se-pagaban-cinco-libras-por-la-captura-de-un-aborigen-en-tasmania/
http://www.canningstockrouteproject.com/history/story-aboriginal-guides/
http://es.wikipedia.org/wiki/Tasmania

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