
Pero lo más sorprendente es el uso para el que fue erigido. Precediendo a la Biblia hebrea en unos 10000 años, todo parece indicar que Göbekli Tepe era un santuario religioso.
Los pilares de Göbekli Tepe se encuentran dispuestos en círculos de hasta veinte metros de diámetro. Cada círculo contenía en el centro dos pilares adicionales en forma de T, aparentemente figuras humanoides de cabeza oblonga y cuerpo largo y delgado. El más alto de ellos sobrepasa los cinco metros de altura. Su construcción requirió el transporte de enormes piedras, algunas de hasta dieciséis toneladas, a pesar de que se hizo antes de la invención de las herramientas de metal, antes de la invención de la rueda y antes de que la gente aprendiese a domesticar animales como bestias de carga. Más aún, a diferencia de los edificios religiosos de tiempos posteriores, Göbekli Tepe se construyó antes de que la gente viviera en ciudades que pudieran proveer de una fuente numerosa y organizada de trabajadores. En palabras de National Geographic, «descubrir que los cazadores-recolectores habían construido Göbekli Tepe fue como descubrir que alguien hubiera construido un 747 en su sótano con una navaja».
Los primeros científicos que dieron con el monumento fueron unos antropólogos de la Universidad de Chicago y de la Universidad de Estambul, mientras realizaban una prospección de la región en los años 1960. Observaron varias losas de piedra caliza que sobresalían del suelo, pero no les dieron importancia, considerándolas restos de un cementerio bizantino abandonado.
Pasaron tres décadas, y en 1994 un agricultor de la región tropezó con su arado en lo alto de lo que resultó ser un enorme pilar enterrado. Klaus Schmidt, un arqueólogo que trabajaba por aquella zona y que había leído el informe de la Universidad de Chicago, decidió echar un vistazo y estudió el yacimiento hasta su muerte en 2014.
Pasaron tres décadas, y en 1994 un agricultor de la región tropezó con su arado en lo alto de lo que resultó ser un enorme pilar enterrado. Klaus Schmidt, un arqueólogo que trabajaba por aquella zona y que había leído el informe de la Universidad de Chicago, decidió echar un vistazo y estudió el yacimiento hasta su muerte en 2014.

Para los antiguos habitantes, visitar Göbekli Tepe debía representar un compromiso muy serio, pues se encuentra en medio de la nada. De hecho, nunca se han hallado indicios de que nadie viviera jamás en aquella área: ni fuentes de agua, ni casas, ni restos de hogares. Lo que sí encontraron los arqueólogos fueron los huesos de miles de gacelas y uros que debieron ser transportados como alimento desde lejanos lugares de caza. Ir a Göbekli Tepe era hacer un peregrinaje, y los indicios señalan que atraía a cazadores-recolectores nómadas de hasta cien kilómetros a la redonda.

Göbekli Tepe es visto como un descubrimiento arqueológico a partir del que cambia profundamente nuestra comprensión de una etapa crucial en el desarrollo de las sociedades humanas. Parece ser que la construcción de complejos monumentales estaba entre las capacidades de los cazadores-recolectores y no solamente entre las comunidades sedentarias de agricultores, como se había asumido anteriormente. En otras palabras, como su excavador Klaus Schmidt estimó: "primero llegó el templo, después la ciudad." Esta revolucionaria hipótesis podrá ser apoyada o modificada por futuras investigaciones.
Alrededor del inicio del VIII milenio a. C. la "colina panzuda" perdió su importancia.
Pero el complejo no fue simplemente abandonado y olvidado, para ser gradualmente destruido por los elementos, sino que fue deliberadamente enterrado bajo 300-500 metros cúbicos de tierra. El porqué de este comportamiento no lo conocemos, pero preservó los monumentos para la posteridad.
Leonard Mlodinow: Las lagartijas no se hacen preguntas. Critica, Barcelona, 2016
2 comentarios:
ESTAS ESTRUCTURAS FUERON HECHAS POR LOS ANUNAKIS, ,,,, .....ENTRE ELLAS SE DISTINGUE """UN , EL BOLSO CARACTERISTICO QUE PORTAN SIEMPRE LOS ANUNAKIS"", QUE POR CIERTO ES MUY MISTERIOSO EL BOLSO👝 ..
ESTAS ESTRUCTURAS FUERON HECHAS POR LOS ANUNAKIS....
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