martes, 28 de febrero de 2012

Los neandertales se extinguían antes de la llegada de los humanos modernos

Los nuevos hallazgos de un equipo internacional de investigadores muestran que la mayoría de los neandertales en Europa murieron hace unos 50.000 años. La visión dominante hasta ahora de una Europa habitada por una población neandertal estable durante cientos de miles de años hasta la llegada de los humanos modernos debe ser revisada.
Esta nueva perspectiva proviene de un estudio sobre ADN antiguo, publicado el 25 de febrero en Molecular Biology and Evolution. Los resultados indican que hubo una mortandad masiva en los neandertales europeos hace unos cincuenta mil años. Posteriormente, un pequeño grupo de neandertales recolonizaron el centro y el oeste de Europa, donde sobrevivió durante otros 10.000 años antes de que los humanos modernos entráramos en escena.
El estudio es el resultado de un proyecto internacional dirigido por investigadores suecos y españoles en Uppsala, Estocolmo y Madrid.
"El hecho de que los neandertales en Europa estaban casi extinguidos, que luego se recuperaron, y que todo esto se produjo mucho antes de que se pusieran en contacto con los humanos modernos fue una completa sorpresa para nosotros. Esto indica que los neandertales podrían haber sido más sensibles a los cambios climáticos drásticos que tuvieron lugar en la última Edad de Hielo de lo que se pensaba previamente", ha afirmado Love Dalén, profesor asociado en el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo.
http://mbe.oxfordjournals.org/content/early/2012/02/23/molbev.mss074.abstract?sid=5d5b1ce9-3c21-460a-9b49-572d7da1400e

sábado, 18 de febrero de 2012

La ONU: España está obligada a investigar los crímenes del franquismo

“España está obligada, bajo la ley internacional, a investigar las graves violaciones de los Derechos Humanos, incluidas las cometidas durante el régimen de Franco, y a procesar y castigar a los responsables si todavía están vivos”, ha afirmado Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, durante una rueda de prensa en Ginebra.
La oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, solicitó (el pasado viernes 10 de febrero: ¿alguien lo leyó en la prensa?) al gobierno español la derogación de la ley de Amnistía de 1977. Según las Naciones Unidas, en España se incumple la normativa internacional en materia de Derechos Humanos.
“España está obligada, bajo la ley internacional, a investigar las graves violaciones de los Derechos Humanos, incluidas las cometidas durante el régimen de Franco, y a procesar y castigar a los responsables si todavía están vivos”, declaró Colville durante una rueda de prensa en la capital suiza. Por otra parte, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU puntualizó que existe un deber hacia las víctimas, que poseen el “derecho de reparación”.
Colville ha recordado que, conforme a una recomendación de 2009 de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, “España debe derogar su ley de amnistía, puesto que no es conforme con las leyes internacionales de Derechos Humanos”. Dicha recomendación, elaborada por 18 expertos de la organización internacional, toma como base el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por España en 1985.
El portavoz se negó a comentar la sentencia por la que el juez Baltasar Garzón resultó inhabilitado por ordenar escuchas telefónicas en la investigación de la trama de corrupción Gürtel. No obstante, Colville defendió las pesquisas realizadas por este juez, en relación con las otras dos causas abiertas contra el magistrado y que hacen referencia a los crímenes del franquismo.

domingo, 12 de febrero de 2012

La carretera de la muerte: El Guernica debió llamarse Málaga

La ofensiva franquista en la Guerra Civil se abatió sobre Málaga capital a principios de 1937. El 6 de febrero las tropas del general Gonzalo Queipo de Llano (que aseguraba a los malagueños que "sus moros y legionarios violarían a las madres y hermanas”, que les cortarían los senos, y se regodeaba diciendo “malagueños, maricones, ponedle pantalones a la luna”) entraron en la ciudad. La mayoría de los pueblos de la parte occidental de la provincia ya estaba en manos de Franco, y la única salida que quedaba para los milicianos republicanos, las mujeres, los niños y los ancianos era un camino que hoy se recuerda como “la carretera de la muerte”. Entre 100.000 y 150.000 personas salieron de Málaga hacia Almería por la ruta de la costa. Fue la llamada desbandá. Gente que huía de la miseria y del hambre que traía la guerra, pero también escapaba del asedio de la aviación alemana, de los disparos de los barcos italianos, de la marina de guerra franquista y de la metralla que caía desde los montes.
El crucero Canarias, su gemelo el Baleares y otros más jugaron al macabro ejercicio de tiro al plato con gente que estaba atrapada en una ratonera y no podía defenderse. Algunos optaron por volver a Málaga, por cuyo camino de regreso encontraron a gente ahorcada en los árboles, familias enteras ajusticiadas con tiros en la cabeza… Málaga fue un ensayo de lo que ocurrió después.
El infierno no acabó allí. Ya en el puerto de Almería, los que llegaron y esperaban apiñados para ser evacuados (los peligrosos enemigos del fascismo: mujeres, niños y ancianos) también fueron bombardeados con saña por aviones alemanes e italianos, donde murieron otras cincuenta personas y otras tantas resultaron heridas.
Por tierra, mar y aire, durante cuatro días, fueron asesinados miles de civiles inocentes. Saber con precisión cuánta gente murió es imposible. Algunas fuentes hablan de entre 5.000 y 10.000 personas. Muchos cadáveres acabaron en fosas comunes o se los llevó el río Guadalfeo. 75 años después de una de las mayores masacres de España, algunos supervivientes se reunieron en el malagueño Peñón del Cuervo, para rememorar su historia.

Picasso dijo, al conocer lo ocurrido, que su Guernica tendría que haberse titulado Málaga. No se hizo, y lo que fue no una acción de guerra, sino un acto de genocidio consentido, quedó prácticamente en el olvido. Algo que debe ser recordado, nunca olvidado, y sus víctimas, al menos, conocidas y honradas. La historia es memoria. Siempre.