martes, 28 de octubre de 2014

El efecto espectador

Kitty Genovese murió asesinada el 13 de marzo de 1964, a pesar de que 37 vecinos presenciaron los hechos sin hacer nada al respecto (si bien es cierto que en este caso hay muchos matices). Intrigados por el suceso, John Darley y Bibb Latané desarrollaron una serie de experimentos en 1968 con el objetivo de averiguar por qué pasó algo así y si podría volver a pasar.

En uno de ellos, el participante hablaba con otra persona utilizando un intercomunicador, al estar en habitaciones separadas (la excusa era que iban a hablar de temas personales). Durante la conversación, la otra persona simulaba un ataque epiléptico, que podía oírse claramente. El 85% de los participantes dejaba la habitación e iba a buscar ayuda. Pero cuando el experimento se organizaba de modo que los participantes creían que había otras cuatro personas con él, sólo se levantaba el 31%. El estudio demostró que el tiempo que se tardaba en avisar al investigador variaba inversamente con respecto al número de sujetos y, en algunos casos, no se le llegó a informar.


El estudio confirmaba que la responsabilidad se diluye cuando hay más testigos de cualquier hecho y tendemos a descargar nuestra responsabilidad pensando que “ya se encargará otro” o, simplemente, “si nadie hace nada, no será tan grave”.

Imágenes y fuentes:
http://blogs.elpais.com/verne/2014/10/experimentos-clasicos-mal.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_espectador
http://thisisnthappiness.com/post/88484009139/cover-shoot
http://www.retronaut.com/2014/03/a-meeting-of-the-mickey-mouse-club/

viernes, 24 de octubre de 2014

Una nueva especie humana pudo habitar China durante el Pleistoceno

María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro del Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) acaban de publicar en la revista American Journal of Physical Anthropology, junto con científicos del Institute of Vertebrate Paleontology and Palaeoanthropology de Pekín (IVVP), el estudio de un maxilar infantil y varios dientes aislados encontrados en Xujiayao, un yacimiento del norte de China, que revela que durante el Pleistoceno Superior el gran continente  asiático pudo estar habitado por una especie desconocida todavía sin catalogar.
El análisis detallado de la morfología dental de estos fósiles, datados entre 60.000 y 120.000 años, pone de manifiesta que la población de Xujiayao comparte rasgos tanto con neandertales como con los representantes más primitivos de Homo erectus asiático, y estaría fuera de la variabilidad de nuestra especie.
Fósiles dentales de Xujiayao (CENIEH)
Los autores de este análisis apuntan la posibilidad de que se trate de un homínido todavía no descrito y que habría coexistido en el tiempo con humanos modernos y neandertales.
Cabe recordar que estudios recientes sobre ADN antiguo han revelado la existencia en Siberia de una población acuñada como denisovanos de la que se conoce muy poco sobre su anatomía.
Los denisovanos también habrían habitado Asia en el Pleistoceno Superior, serían diferentes de Homo sapiens y de Homo neanderthalensis y se habrían mezclado genéticamente con un linaje primitivo todavía por determinar. Los investigadores tampoco descartan la opción de que Xujiayao represente la persistencia en China de una población antigua, quizá un descendiente de Homo erectus clásico.
“Nuestro trabajo pone de relieve la gran variabilidad de las poblaciones humanas de Asia durante el Pleistoceno y advierte de la necesidad de reconsiderar la taxonomía de muchos de los fósiles hallados en este continente”, afirma María Martinón-Torres. 
Fuentes: