Kitty Genovese murió asesinada el 13 de marzo de 1964, a pesar de que 37 vecinos presenciaron los hechos sin hacer nada al respecto (si bien es cierto que en este caso hay muchos matices). Intrigados por el suceso, John Darley y Bibb Latané desarrollaron una serie de experimentos en 1968 con el objetivo de averiguar por qué pasó algo así y si podría volver a pasar.
En uno de ellos, el participante hablaba con otra persona utilizando un intercomunicador, al estar en habitaciones separadas (la excusa era que iban a hablar de temas personales). Durante la conversación, la otra persona simulaba un ataque epiléptico, que podía oírse claramente. El 85% de los participantes dejaba la habitación e iba a buscar ayuda. Pero cuando el experimento se organizaba de modo que los participantes creían que había otras cuatro personas con él, sólo se levantaba el 31%. El estudio demostró que el tiempo que se tardaba en avisar al investigador variaba inversamente con respecto al número de sujetos y, en algunos casos, no se le llegó a informar.
El estudio confirmaba que la responsabilidad se diluye cuando hay más testigos de cualquier hecho y tendemos a descargar nuestra responsabilidad pensando que “ya se encargará otro” o, simplemente, “si nadie hace nada, no será tan grave”.
Imágenes y fuentes:http://blogs.elpais.com/verne/2014/10/experimentos-clasicos-mal.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_espectador
http://thisisnthappiness.com/post/88484009139/cover-shoot
http://www.retronaut.com/2014/03/a-meeting-of-the-mickey-mouse-club/