viernes, 25 de octubre de 2013

El peor viaje (científico) de la historia

Si hubiese que elegir el viaje científico menos cordial de todos los tiempos, no podríamos dar con uno peor que la expedición a Perú de 1735 de la Real Academia de Ciencias Francesa.
 
 Dirigida por un hidrólogo llamado Pierre Bouguer y un militar y matemático llamado Charles Marie de La Condamine, estaba formada por un grupo de científicos y aventureros que viajó a Perú con el propósito de triangular distancias a través de los Andes.

En aquel entonces, la gente se hallaba infectada por un poderoso deseo de comprender la Tierra: determinar su antigüedad y su tamaño, de dónde colgaba en el espacio y cómo había llegado a existir. El objetivo de la expedición francesa era ayudar a resolver el problema de la circunferencia del planeta midiendo la longitud de un grado de meridiano (o una trescientasesentava parte de la distancia de polo a polo) y siguiendo una línea que iba desde Yaruqui, cerca de Quito, hasta un poco más allá de Cuenca, en lo que hoy es Ecuador, una distancia de unos 320 kilómetros.*

Las cosas empezaron a salir mal casi inmediatamente. En algunos casos de forma espectacular. En Quito, los visitantes debieron de provocar de algún modo a los habitantes de la ciudad porque una multitud armada con piedras les expulsó de allí. Poco después, el médico de la expedición fue asesinado por un malentendido relacionado con una mujer. El botánico se volvió loco. Otros murieron de fiebres y caídas. El miembro del grupo que ocupaba el tercer puesto en autoridad, un individuo llamado Pierre Dodin, se fugó con una muchacha de trece años y no hubo modo de convencerle de que se reincorporase a la expedición.

 En determinado momento, el grupo tuvo que suspender sus trabajos durante ocho meses, mientras La Condamine regresaba a caballo a Lima para resolver unos problemas que había con los permisos. Finalmente, Bouguer y él dejaron de hablarse y se negaron a trabajar juntos. Fuese adonde fuese, el menguante grupo era recibido con profundísimo recelo por los funcionarios, a quienes les resultaba difícil creer que un grupo de científicos franceses hubiesen recorrido medio mundo para medir el mundo. No tenía sentido. Dos siglos y medio después, aún parece una postura razonable. ¿Por qué no hicieron los franceses sus mediciones en Francia y se ahorraron todas las molestias y las penalidades de su aventura andina?

La respuesta se halla en parte en el hecho de que los científicos del siglo XVIII, y en particular los franceses, raras veces hacían las cosas de una forma sencilla si había a mano una alternativa complicada; y, en parte, a un problema técnico, que había planteado por primera vez el astrónomo inglés Edmund Halley muchos años atrás, mucho antes de que Bouguer y La Condamine se planteasen ir a Suramérica y, menos aún, tuviesen algún motivo para hacerlo.

Se trataba de la idea de que la Tierra no es del todo redonda. Según la teoría de Newton, la fuerza centrífuga del movimiento de rotación debería producir un leve encogimiento en los polos y un ensanchamiento en el ecuador, que achatarían ligeramente el planeta. Eso quería decir que la longitud de un grado del meridiano no sería igual en Italia que en Escocia. La longitud se reduciría concretamente a medida que uno se alejase de los polos.

Eso impulsó a la Real Academia de Ciencias Francesa a enviar a Bouguer y La Condamine a Suramérica a efectuar nuevas mediciones. Eligieron los Andes porque necesitaban hacer mediciones cerca del ecuador, para determinar si había realmente una diferencia de esfericidad allí, y porque consideraron que desde las montañas habría una buena perspectiva. En realidad, las montañas de Perú estaban tan constantemente cubiertas de niebla que el equipo muchas veces tenía que esperar semanas para una hora de medición clara. Además habían elegido uno de los territorios más accidentados de la Tierra.
 
Los franceses no sólo tuvieron que escalar algunas de las montañas más tremendas del mundo -montañas que derrotaban incluso a sus mulas-, sino que, para llegar a ellas, tuvieron que atravesar ríos peligrosos, abrirse camino por selvas a golpe de machete y recorrer kilómetros de desierto alto y pedregoso, casi todo sin cartografiar y lejos de cualquier fuente de suministro. Pero si Bouguer y La Condamine tenían algo era tenacidad así que persistieron en la tarea durante nueve largos y penosos años y medio de sol abrasador. Poco antes de dar fin a la empresa, les llegó la noticia de que un segundo equipo francés, que había efectuado mediciones en la región septentrional de Escandinavia -y afrontado también notables penalidades, desde cenagosos tremedales a peligrosos témpanos de hielo- había descubierto que el grado era en realidad mayor cerca de los polos, como había pronosticado Newton. La Tierra tenía 43 kilómetros más medida ecuatorialmente que sise la medía de arriba abajo, pasando por los polos.

Bouguer y La Condamine se habían pasado así casi diez años trabajando para obtener un resultado, que no era el que querían sólo para enterarse ahora de que ni siquiera eran los primeros que lo hallaban. Terminaron sus mediciones apáticamente, confirmando con ellas que el primer equipo francés estaba en lo cierto. Luego, sin hablarse aún, regresaron a la costa y zarparon hacia su patria en barcos diferentes.

* La triangulación, el método que eligieron, era una técnica popular basada en el principio geométrico de que, si conoces la longitud de un lado de un triángulo y dos de sus ángulos, puedes hallar el resto de sus dimensiones sin levantarte de la silla. Supongamos, por ejemplo, que tú y yo decidimos que queremos saber la distancia entre la Tierra y la Luna. Para valernos de la triangulación, lo primero que tenemos que hacer es poner cierta distancia entre nosotros, así que digamos que tú te quedas en París y yo me voy a Moscú, y los dos miramos la Luna al mismo tiempo. Ahora bien, imaginemos una línea que una los tres puntos principales de este ejercicio (es decir, la Luna, tú y yo) v tendremos un triángulo. Midiendo la longitud de la base, la línea trazada entre tú y yo, y los ángulos de las líneas que van desde donde estamos ambos hasta la Luna, puede calcularse el resto fácilmente. (Porque los ángulos interiores de un triángulo suman siempre 180ºy, si se conoce la suma de dos ángulos, puede calcularse el tercero. Y conociendo la forma precisa de un triángulo y la longitud de uno de sus lados, se pueden calcular las longitudes de los otros dos.) Ése fue en realidad el método que empleó el Astrónomo griego Hiparco de Nicea en el año 15 a. C. para determinaría distancia de la Tierra a la Luna. Al nivel de la superficie de la Tierra, los principios de la triangulación son los mismos, salvo que los triángulos no se proyectan hacia el espacio sino que quedan situados uno al lado del otro en un plano. Para medir un grado de meridiano, los agrimensores irían recorriendo el terreno y formando una especie de cadena de triángulos.

Bryson, Bill: Una breve historia de casi todo. RBA Libros, 2010.

lunes, 14 de octubre de 2013

Alcazarquivir y el misterio del rey Sebastián


Una gran flota partió de Belem el 24 de junio de 1578, con más de ochocientas naves: galeones, carabelas y galeras que llevaban un total de 20.000 hombres. La gran mayoría eran portugueses, dirigidos por su joven rey, Sebastián, y por prácticamente toda la aristocracia lusa. También participaban voluntarios de todos los países cercanos del occidente europeo, incluido un contingente de España, que embarcó en Cádiz. Entre ellos había un destacamento de tropas enviadas por el papa, bajo el mando del inglés Thomas Stukeley.
Los barcos tomaron tierra en lo que hoy es el puerto de Arzila, a pocas millas de Tánger, donde el ejército debía reunirse con los aliados musulmanes bajo el mando del saadí Mohamed al Masluk, que estaba enfrentado a los otros emires.
El rey Sebastián deseaba restaurar el poderío portugués con una gran acción de conquista. Deseoso de entrar en acción, el joven rey condujo a sus tropas desierto adentro para enfrentarse a unos ejércitos que eran el doble del suyo, bajo el liderazgo de Muley Abd al Malik, el sultán saadí de Marruecos. El ejército de Al Malik era una fuerza profesional que probablemente contaba con setenta mil hombres, incluyendo unos veinticinco mil de caballería.
El 4 de agosto de 1578, el día más caluroso de la estación más calurosa del año, el ejército cristiano, en el que servía la flor y nata de la nobleza portuguesa, con el joven rey de veinticinco años a la cabeza, fue aniquilado por las fuerzas bereberes en una batalla cerca de la ciudad de Alcazarquivir, entre Tánger y Fez. A lo largo de las seis horas de batalla, murieron tal vez ocho mil cristianos (entre ellos, Thomas Stukeley) y alrededor de seis mil marroquíes.
Batalha de Alcácer-Quibir (1578), Museu do Forte da Ponta da Bandeira, Lagos, Portugal.
La masacre fue indudablemente una victoria musulmana. Algunos grupos de cristianos se las arreglaron para escapar, pero más de diez mil de ellos fueron cogidos prisioneros. Los tres jefes militares de la batalla, los llamados «tres reyes», corrieron el peor de los destinos. Abd al Malik, un hombre joven de treinta y cinco años, que ya estaba seriamente enfermo, murió durante la batalla; Al-Masluk pereció ahogado cuando intentaba escapar; y el rey Sebastián se dio por desaparecido, pues su cuerpo no pudo ser identificado en el campo de batalla.
La Europa cristiana se horrorizó ante aquel desastre, pero para Portugal aquel suceso fue mucho más que un desastre. De un plumazo, el país perdía a su rey, casi la totalidad de su aristocracia, y prácticamente todo su ejército.

Fue un desastre de tal envergadura que resultaba difícil asimilarlo, y tal y como se sucedieron los acontecimientos, muchos portugueses simplemente se negaron a creerlo. Hicieron todos los esfuerzos posibles para canjear los soldados cautivos y, con el tiempo, la aristocracia comenzó a recuperarse. Pero el centro de todas las preocupaciones era el rey. ¿Estaba muerto? Si era así, ¿por qué no se había identificado su cuerpo ni se había recuperado? Pasaban los días, pero nada se sabía del rey Sebastián. Los funcionarios de Lisboa finalmente recibieron un mensaje de Tánger en el que se certificaba que el rey había muerto. Dadas las circunstancias, y puesto que no había ningún otro heredero inmediato, se celebró una misa de réquiem en Lisboa y el anciano tío del rey, el cardenal Enrique, fue coronado rey el 28 de agosto.

Transcurrió el tiempo, pero aún no había pruebas fehacientes de la muerte del rey. La creencia más común era que Sebastián había conseguido escapar a la muerte de algún modo, y o bien no había conseguido huir todavía, o estaba vagando por esos mundos conmocionado y perdido...

 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Vivan las caenas. El sesgo de la responsabilidad externa

El ser humano tiene tendencia a disfrutar, a sentirse reforzado y en calma cuando toma consciencia de que no es responsable de sus actos. Aunque pueda parecer extraordinario, la conciencia de los individuos tiende a depositar las decisiones en agentes externos.
http://www.lamujerobjeto.com/
Según muchos autores, esta tendencia se debe a aspectos evolutivos. Argumentan que este comportamiento se debe a que las conciencias que permiten ser dominadas por un ente considerado superior, sobreviven y las que no lo permiten desaparecen. La capacidad para parecer superior y no controlable por los demás no es otra que la capacidad para ser líder, incluso si éste toma malas decisiones o es un mal gestor.
Un líder será fuerte en cuanto, independientemente de los argumentos, sea valorado como más fuerte o superior. Para ello la manipulación, el empequeñecimiento continuo de los subordinados, los rituales de poder y la fuerza son los mecanismos de control para ser considerado superior.
Estos comportamientos se encuentran en comportamientos heredados de las asociaciones en manadas, luego tribales y más tarde en organismos de poder. Aquellos que no fueran capaces de derrocar al líder o estamento de poder deberían estar con él. Por otro lado, las probabilidades de supervivencia fuera del grupo son reducidas.
Esto lleva a pensar que la consciencia ha evolucionado para crear un mecanismo que facilite la asimilación y permanencia agradable con los líderes, entregando y facilitando la propia voluntad.  Esta tendencia humana se observa en otros sesgos como el de obediencia a la autoridad y también en muchos aspectos documentados en los que una persona elige libremente el estado de esclavitud (por ejemplo, el llamado síndrome de Estocolmo o la famosa frase española "¡Vivan las caenas!"). 
También se observa en el placer que experimentan algunos individuos al entregarse completamente a otra persona, ya sea su pareja en el amor, o en versiones extremas en masoquismo. 
Del mismo modo, la religión es otra variante en la que los humanos encuentran paz, al entregar nuestras responsabilidades y destinos a un ser considerado supremo.
Otros autores indican que un exceso de libertad de elección provoca un estrés en el individuo debido a la diferencia entre las expectativas de resultados que el individuo deposita en las ventajas de la libre elección y los resultados obtenidos.
Objetivamente, los resultados de la libre elección son mejores y más afinados que sin la elección; sin embargo esto es obviado. Es así porque la libre elección crea sentimientos de frustración por nuestra tendencia a poner mayores expectativas cuando existe libre elección. Sin libertad de elección, el individuo se libera de culparse y de la responsabilidad incluso cuando los resultados fueron peores a los esperados.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

La Olimpiada de la Hostia

A Pío XII se le acusó de no hacer algo más contra la barbarie nazi sufrida por los judíos y, además, de ser tan anticomunista como los fascistas, lo que está claro es que su anticomunismo se vio acentuado cuando terminó la guerra y hubo posibilidades de que ganasen en las elecciones parlamentarias de Italia. Pío XII declaró que cualquier italiano católico que apoyara a los candidatos comunistas en las elecciones generales italianas del 1948 sería excomulgado e instó a que se apoyase al Partido Demócrata Cristiano de Alcide de Gasperi que, a la postre, resultaría ganador. Además, al año siguiente autorizó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a excomulgar a cualquier católico que militara o apoyara al Partido Comunista. Su acercamiento a la otra potencia, EEUU, era evidente y para ello se sirvió de Francis J. Spellman, arzobispo de Nueva York y amigo personal del Papa. Así estaban las cosas…
En 1952, en plena Guerra Fría, se celebró el XXXV Congreso Eucarístico Internacional en Barcelona donde, según crónicas de la época, se congregaron casi un tercio del Sacro Colegio Cardenalicio, más de doscientos cincuenta obispos de todo el mundo, quince mil sacerdotes y dos millones de fieles. En este Congreso es donde el arzobispo Spellman soltó aquello de…
No hay en la hora mundial actual otra elección: o comunión, o comunismo.
En una de las multitudinarias misas que allí se celebraron se llegó a dar la comunión a 500.000 fieles… y de aquí nació llamarle la Olimpiada de la Hostia.
XXXV Congreso Eucarístico internacional de Barcelona
XXXV Congreso Eucarístico internacional de Barcelona
 

jueves, 18 de julio de 2013

Charles Drew y el racismo


Ilustración de Charles Alson
Durante la 2ª Guerra Mundial, mientras Hitler aplicaba brutalmente sus ideales de la supremacía blanca nórdica sobre las razas inferiores, las fuerzas armadas estadounidenses estaban divididas en razas y la Cruz Roja separaba concienzudamente las donaciones de sangre de los blancos y los negros.
Paradójicamente, fue un médico negro, Charles Drew, quien desarrolló el sistema de bancos de sangre. Sus descubrimientos y su concienzudo trabajo en la organización y administración de bancos de sangre en Europa y el Pacífico durante la Guerra salvaron miles de vidas. Sin embargo, cuando intentó poner fin a la segregación sanguínea, le despidieron.
Años más tarde, cuando resultó gravemente herido en un accidente de coche en 1950, se le negó la admisión al hospital más cercano debido a su raza.  Cuando llegó a un hospital para negros, había perdido tanta sangre que la transfusión fue en vano. 

 

martes, 16 de julio de 2013

Los arawak

Los hombres y las mujeres arawak, desnudos, morenos y presos de la perplejidad, emergieron de sus poblados hacia las playas de la isla y se adentraron en las aguas para ver más de cerca el extraño barco.Cuando Colón y sus marineros desembarcaron portando espadas y hablando de forma rara, los nativos arawak corrieron a darles la bienvenida, a llevarles alimentos, agua y obsequios.
"Nos trajeron loros y bolas de algodón, - escribió Colon en su diario -
langas y muchas otras cosas más que cambiaron por cuentas cascabeles de halcón. No tuvieron ningún inconveniente en darnos todo lo que poseían... Eran de fuerte constitución, con cuerpos bien hechos" hermosos rasgos... Al enseñarles una espada, la cogieron por la hoja y se cortaron al no saber lo que era. Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos, con ellos haríamos lo que quisiéramos".
Cuando los españoles se acercaron a tierra, los indios arawak les dieron la bienvenida.  Vivían en pequeños pueblos comunales, y tenían una agricultura basada en el maíz, las batatas y la yuca. Sabían tejer e hilar, pero no tenían ni caballos ni animales de labranza. No tenían hierro, pero llevaban diminutos ornamentos de oro en las orejas. Este hecho iba a traer dramáticas consecuencias: Colón apresó a varios de ellos y les hizo embarcar, insistiendo en que le guiaran hasta el origen del oro. Luego navegó a la que hoy conocemos como isla de Cuba, y luego a la Hispaniola (la isla que hoy se compone de Haití y la República Dominicana). Allí, los destellos de oro visibles en los ríos y la máscara de oro que un jefe indígena local ofreció a Colón provocaron visiones delirantes de oro sin fin.En Hispaniola, Colón construyó un fuerte con la madera de la Santa María, que había embarrancado. Fue la primera base militar europea en el hemisferio occidental. Lo llamó Navidad, y allí dejó a treinta y nueve miembros de su tripulación con instrucciones de encontrar y almacenar oro.
El informe de Colón a la Corte de Madrid era extravagante. Insistió en el hecho de que había llegado a Asia (se refería a Cuba) y a una isla de la costa china (Hispaniola).
"Hispaniola es un milagro. Montañas y colinas, llanuras y pasturas, son tan fértiles como hermosas... los puertos naturales son increíblemente buenos y hay muchos ríos anchos, la mayoría de los cuales contienen oro... Hay muchas especias, y nueve grandes minas de otros metales..."
"Los indígenas son tan ingenuos y generosos con sus posesiones que nadie que no les hubiera visto se lo creería".
Concluyó su informe con una petición de ayuda a Sus Majestades, y ofreció que, a cambio, en su siguiente viaje, les traería "cuanto oro necesitasen... y cuantos esclavos pidiesen". Se prodigó en expresiones de tipo religioso: "Es así que el Dios eterno, Nuestro Señor, da victoria a los que siguen Su camino frente a lo que aparenta ser imposible".

Los arawaks intentaron reunir un ejército de resistencia, pero se enfrentaban a españoles que tenían armadura, mosquetes, espadas y caballos. Cuando los españoles hacían prisioneros, los ahorcaban o los quemaban en la hoguera. Entre los arawaks empezaron los suicidios en masa con veneno de yuca. Mataban a los niños para que no cayeran en manos de los españoles.

En dos años la mitad de los indígenas de Haití habían muerto por asesinato, enfermedad, mutilación o suicidio.
Las estimaciones de población previa a la llegada de los europeos era de 100.000 a 400.000.
A finales del siglo XVI la población arahuaca de las Antillas había desaparecido.




Zinn, Howard: La otra historia de los Estados Unidos. Traducción de Toni Strubel. Hondarribia. Argitaletxe HIRU, SL. 2005. ISBN 84-89753-91-1
 

domingo, 26 de mayo de 2013

¿Quién inventó la ropa?

Muchos documentales televisivos, películas o ilustraciones sobre la Edad de Piedra (paleolítico) no parece que sean muy realistas sobre cómo vestían nuestros antepasados.
Tenemos agujas de hueso finamente trabajadas de hace 20.000 años que probablemente servían para coser pieles pero también para otras labores como el bordado; en Sunghir, Rusia, los cuerpos de una niña y un niño estaban cubiertos de miles de cuentas de marfil y dientes de zorro perforados que debían formar parte de su vestimenta, en un enterramiento de hace 28.000 años. 
Los ornamentos de piedra, de conchas o de dientes de animales, se encuentran colocados en las cabezas y torsos de los cadáveres, en vez de, por ejemplo, en las piernas, lo que muy probablemente coincide con cómo se usaban en vida.
En este periodo (gravetiense) se utilizaban fibras vegetales para elaborar tejidos, cestería, cordajes y redes. Además, la variedad de tipos y estilos de los tejidos sugieren una larga tradición. En una cueva de la República de Georgia (Dzudzu Ana) en el año 2009 se encontraron restos de la que podría ser la prenda de ropa más antigua hallada hasta la fecha. Se trata de pequeñas fibras de lino de 34.000 años que, según los investigadores, fueron utilizadas por el ser humano para fabricar su vestimenta, cestas o zapatos, confeccionar lo que actualmente se conoce como «ropa de hogar» o como cordelería. Algunas estaban teñidas de negro, gris, turquesa e incluso rosa. Algunos autores plantean que el verdadero origen debemos situarlo, por lo tanto, en periodos más antiguos (y más fríos).
Los neandertales vivieron en Europa en periodos de temperaturas muy bajas y debieron protegerse para mantener el calor corporal.

Un estudio realizado por la Universidad de Harvard hace una década se centró en lo que hoy en día usan los cazadores-recolectores de acuerdo al clima local, y construyó un modelo de predicción de lo que los neandertales habrían necesitado para mantenerse calientes. Incluso después de tener en cuenta que los neandertales fueran capaces de resistir mejor el frío, los resultados sugieren que habrían necesitado cubrir al menos el 80% de su cuerpo durante los periodos glaciares, especialmente en manos y pies.
Otra línea de investigación para conocer el origen de la vestimenta es el estudio de los piojos. Los piojos del cuerpo se adaptan para vivir en la ropa, por lo que deben haber evolucionado una vez que los seres humanos comenzaron a usarlos. Pruebas de ADN sugieren que esto sucedió hace al menos 170.000 años y que nuestra especie debe haber estado usando ropa incluso antes de las evidencias arqueológicas más antiguas.

miércoles, 8 de mayo de 2013

El origen del hombre: la hipótesis del mono acuático

Alister Hardy
Es una de las ideas evolutivas más originales que se han propuesto: los seres humanos somos simios anfibios que perdimos la piel, comenzamos a caminar erguidos y desarrollamos grandes cerebros, debido a que nuestro origen se encuentra en el agua.
Es la hipótesis del simio acuático y, aunque ha sido despreciada por algunos académicos en los últimos 50 años, todavía está respaldada por un pequeño, pero comprometido, grupo de científicos. 
"Los seres humanos son muy diferentes de otros simios", dice Peter Rhys Evans, "carecemos de pelo, caminamos erguidos, tenemos grandes cerebros y grasa subcutánea, y una laringe descendida, una característica común entre los animales acuáticos pero no entre los simios".
Modelos evolutivos estándar sugieren que estas diferentes características aparecieron en momentos distintos y por diferentes razones. La hipótesis del simio acuático, argumentan todos ellos, se basa en que nuestros antepasados decidieron vivir en o cerca del agua durante cientos de miles o posiblemente millones de años.
La hipótesis fue propuesta por primera vez en 1960 por el biólogo británico Alister Hardy, quien creía que los simios descendieron de los árboles para vivir, no en la sabana, como se supone generalmente, sino en los arroyos crecidos, en los márgenes de los ríos y en las costas marinas, esto es, en algunas de las fuentes de alimentos más ricas de la Tierra. Para mantener la cabeza fuera del agua desarrollaron la postura erguida y liberaron sus manos para hacer herramientas y así romper y abrir los mariscos. Luego perdieron su vello corporal y, en su lugar, desarrollaron una espesa capa de grasa subcutánea para mantener el calor corporal en el agua.
Desde entonces, los científicos han añadido a otros atributos humanos un origen acuático, como Peter Rhys Evans, experto en fisiologia de la cabeza y el cuello en el Hospital Royal Marsden de Londres que considera que "Los seres humanos tienen senos paranasales particularmente grandes, espacios entre el cráneo, nuestras mejillas, la nariz y la frente. Esto no tiene sentido si no consideramos la perspectiva evolutiva: nuestros senos paranasales actuaron como ayudas a la flotación, es decir, ayudaron a mantener la cabeza por encima del agua".
Otros paleontólogos rechazan partes de la teoría: uno o dos rasgos humanos podrían haber surgido, dado que nuestros ancestros escogieron sus hábitats cerca del mar, pero todo el conjunto de atributos -la falta de pelo, la postura erguida, grandes cerebros, senos paranasales- resultaría prácticamente imposible.

Más en http://www.guardian.co.uk/science/2013/apr/27/aquatic-ape-theory-primate-evolution y en http://terraeantiqvae.com/

jueves, 2 de mayo de 2013

Kapferer y los rumores

Jean Nöel Kapferer considera (en su libro Rumores de 1989) que el rumor siempre conduce al error y que al circular se aleja de la verdad, tanto en sentido literal como figurado. Representa así una distorsión de lo real.
Los rumores pueden basarse en la verdad porque su característica fundamental es que se trata de una información que el poder no controla. Kapferer define el rumor como la aparición y circulación en la colectividad de informaciones que aún no han sido confirmadas o desmentidas públicamente por las fuentes oficiales. Dado su carácter no oficial, el rumor comienza a circular necesariamente fuera de los canales habituales de los grandes medios de comunicación, normalmente (aunque no siempre) por la transmisión boca a boca.

En su libro, sin embargo, cuenta el recorrido de una (insulsa) noticia que se transforma en un espectacular titular.

Durante la Primera Guerra Mundial, el periódico alemán Kölnische Zeitung informa de la toma de la ciudad de Amberes por el ejército alemán: “Las campanas [alemanas] sonaron con la noticia de la caída de Amberes“. Basándose en esta noticia, el diario francés Le Matin informó como sigue: “Según el Köilnische Zeitung, los párrocos de Amberes se vieron obligados a tocar sus campanas una vez que las defensas habían caído“. El tumo tocó entonces al londinense The Times, que daba su versión: “Según Le Matin, que reproduce una noticia de Colonia, los sacerdotes belgas que se negaron a hacer volar sus campanas después de la caída de Amberes han sido depuestos de sus funciones“. La noticia se va complicando cuando la hace pública el italiano Corriere de la Sera: “Según The Times, que cita noticias de Colonia comentadas en París, los desafortunados sacerdotes que se negaron a hacer sonar sus campanas han sido condenados a trabajos forzados“. Pero la cuestión queda rematada cuando de nuevo Le Matin informa sobre el suceso: “Según una información del Corriere de la Sera, vía Colonia y Londres, se ha confirmado que los bárbaros ocupantes de Amberes han castigado a los sacerdotes que heroicamente se negaron a repicar las campanas, colgándolos de ellas con la cabeza hacia abajo, como un badajo vivo
 
Kapferer, Jean-Noël: Rumores.  Plaza & Janes, Barcelona, 1989

jueves, 25 de abril de 2013

Gutenberg: el inventor que cambió el mundo y murió arruinado

Hasta mediados del siglo XV, los libros se difundían a través de las copias manuscritas de monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles.
No todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo. Las ilustraciones y las mayúsculas eran productos decorativos y artísticos del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada uno de esos trabajos podía requerir hasta diez años.
La intención inicial de Gutenberg fue la de hacer varias copias de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo cristiano, y que éstas no se diferenciaran en nada de las manuscritas por ellos.
En vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros «tipos móviles». Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas con todas, en total más de 150 «tipos», imitando perfectamente la escritura de un manuscrito.
Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de uvas a la que sujetaba el soporte con los «tipos móviles», dejando el hueco para letras capitales y dibujos. Éstos, posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual.
En Maguncia, el banquero Johannes Fust le concedió un préstamo con el que, en 1449, publicó el «Misal de Constanza», primer libro tipográfico del mundo. En 1452, Gutenberg da comienzo a la edición de la Biblia de 42 líneas (también conocida como Biblia de Gutenberg).
Lo que Gutenberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría el poner en marcha su nuevo invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un nuevo crédito a Johannes Fust, y ante la desconfianza del prestamista, le ofreció entrar en sociedad. Johannes Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de Gutenberg a su sobrino, Peter Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él a la vez que vigilaba la inversión de su tío.
Tras dos años de trabajo, Gutenberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que se había propuesto, pero Johannes Fust no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutenberg.
Gutenberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo, hasta su muerte pocos años después de reconocerse el trabajo.
Peter Schöffer terminó el trabajo que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas rápidamente a altos cargos del clero, incluido el Vaticano, a muy buen precio. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos.
 

viernes, 19 de abril de 2013

Gregorio Magno y los ángeles

Beda el Venerable, en su obra Historia ecclesiastica gentis anglorum(Historia eclesiástica del pueblo inglés), cuenta la anécdota de cómo a Gregorio Magno (540-604) se le ocurrió la idea de evangelizar Inglaterra.
En una oportunidad, Gregorio se fijó en unos cautivos que estaban en el mercado público de Roma para ser vendidos como esclavos. Los cautivos eran altos, bellos de rostro y todos rubios, lo que llamó mucho la atención de Gregorio. Movido por la piedad y la curiosidad preguntó de dónde provenían. «Son anglos», respondió alguien. «Non angli sed angeli» («No son anglos sino ángeles»), señaló Gregorio, ejem...
Este episodio motivó a Gregorio para enviar misioneros al norte, trabajo que estuvo a cargo del obispo Agustín de Canterbury.
Cuando Agustín llegó a Inglaterra escribió una carta a Gregorio, preguntándole qué debía hacer con los recintos paganos donde se practicaban sacrificios humanos. La respuesta de Gregorio (escrita en el Libro de Beda) consistió en ratificar una práctica tradicional (en cuevas, dólmenes, recintos sagrados, etc)  que la Iglesia venía realizando desde el siglo IV : «No destruyan los santuarios, límpienlos», en referencia a que los santuarios paganos debían respetarse y ser (re)configurados para el culto católico.

http://es.wikipedia.org/wiki/Gregorio_Magno
 

domingo, 14 de abril de 2013

Títulos del rey Juan Carlos I

"Juan Carlos I, Rey de España, de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Menorca, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de Hungria, de Dalmacia, de Croacia, de las Indias Orientales y Occidentales y de las islas y tierra firme del Mar Océano; Archiduque de Austria; Príncipe de Suabia, Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas, de Limburgo, de Lotaringia, de Luxemburgo, de Güeldres, de Estiria, de Carniola, de Carintia, de Wurtemberg y de Neopatria; Marqués de Oristán y de Gociano; Conde Palatino de Borgoña; Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, de Artois, de Hainaut, de Namur, de Gorizia, de Ferrete, de Kyburgo, del Rosellón, y de Barcelona; Señor de Vizcaya, de Molina, de Salins, de Malinas, de la Marca Eslovena, de Pordenone y de Trípoli; Landgrave de Alsacia y Margrave del Sacro Imperio Romano y de Burgau. Soberano Gran Maestre de la Insigne Orden del Toisón de Oro y Gran Maestre de todas la órdenes civiles y militares del Estado".
 

miércoles, 3 de abril de 2013

Taylorismo digital

El taylorismo se basa en la aplicación de métodos científicos de orientación positivista y mecanicista al estudio de la relación entre el obrero y las técnicas modernas de producción industrial, con el fin de maximizar la eficiencia de la mano de obra, máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, más un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, suprimiendo toda improvisación en la actividad industrial.
Frederick W. Taylor intentó eliminar por completo los movimientos innecesarios de los obreros con el deseo de aprovechar al máximo el potencial productivo de la industria. Hizo un estudio con el objetivo de eliminar los movimientos inútiles y establecer por medio de cronómetros el tiempo necesario para realizar cada tarea específica.
La división del trabajo planteada por Taylor, efectivamente, reduce los costos y reorganiza científicamente el trabajo, pero encontró una oposición creciente en los trabajadores, que sumado a la crisis de expansión estructural de mercado lo llevaría a una reformulación práctica en el siglo XX que es la idea de fordismo.

Los autores Brown, Lauder y Asthton denominan taylorismo digital a la organización global del denominado trabajo de conocimiento, propio de la revolución informática o tercera revolución industrial, que es sometido al mismo proceso de gestión de organización científica que en su día sufrieron los denominados trabajos artesanales por el taylorismo.
El taylorismo digital somete las tareas, hasta hace poco consideradas no mecanizables -de carácter creativo, intelectual- propio de las clases medias, al mismo destino que las artesanales: son codificadas y digitalizadas, consiguiendo que la capacidad humana de decisión y juicio pueda ser sustituida por programas automáticos con protocolos de decisión informatizados -mecanizados-. Además, por su facilidad de deslocalización y movilidad técnica de los procesos -propia de las conexiones globales informatizadas- los empleos son fáciles de exportar, cambiar y sustituir.
Son los países desarrollados los que más van a sufrir el taylorismo digital ya que las tareas informatizables aumentan día a día y es en los países en desarrollo y subdesarrollados donde se encuentran salarios cada vez más bajos. Los empleados cualificados irán al más bajo postor globalizado. Si esta teoría se materializa, el declive de los sueldos y la satisfacción laboral de la clase media no han hecho más que empezar.

domingo, 31 de marzo de 2013

Los periplos de Hannón y de Himilcón

Hannón "el Navegante" fue un explorador cartaginés que, apoyado por una flota y varios cientos de colonos, fundó o repobló siete ciudades cartaginesas de la costa atlántica de Marruecos y exploró la costa oeste de África, aparentemente hasta el Golfo de Guinea. Vivió entre 530 a.C. y 450 a.C. aproximadamente.
Se indica que Hannón inscribió su bitácora de viaje en una tablilla que fue colgada en el templo de Baal (a quien los griegos identificaron con Crono) cuando regresó a Cartago. Este relato fue traducido al griego, correspondiendo esta versión al conocido Periplo de Hannón.
Según el texto original en griego, en el que se califica a Hannón como rey, zarpó de Cartago con 60 barcos y 30.000 personas entre hombres y mujeres. Tras pasar las Columnas de Hércules fundó varias colonias.
Algunos intérpretes del periplo afirman que Hannón alcanzó lo que es hoy Sierra Leona y el Cabo Palmas, en parte debido a que su descripción del amanecer y la configuración de la parte norte del cielo, un detalle que los geógrafos griegos encontraron absurdo e imposible.
En la isla que constituyó el término de su viaje, el explorador halló lo que describió como "mujeres velludas", llamadas por los intérpretes lixitas como gorilas. Se piensa que este pasaje puede describir un encuentro prematuro con algunas especies de mono. Posiblemente aquellas "mujeres peludas" eran gorilas —el nombre de esta especie fue tomado de este relato— o quizá chimpancés. Otra teoría postula que las "mujeres peludas" eran efectivamente eso. Como las mujeres descritas son pequeñas, también se ha especulado que Hannón encontrara pigmeos.
El título completo del relato, uno de los pocos conservados de la literatura fenicia, es El viaje de Hannón, comandante de los cartagineses, alrededor de las partes de Libia más allá de la Columnas de Hércules, que depositó en el templo de Crono. La narración fue conocida por Arriano y por Plinio el Viejo, que comenta que Hannón llegó a circunnavegar toda el Africa, saliendo del Mar Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar, bordeando toda la costa africana hacia el sur, doblando por el Cabo de la Buena Esperanza, y regresando por el Golfo Arábigo*.
Más o menos por la mismas fechas, según Plinio, otro cartaginés, Himilcón, navegó durante cuatro meses por aguas del Atlántico en busca de las Islas del Estaño, las fabulosas Casitérides: “Cuando el poderío de Cartago era floreciente, Hannón hizo el periplo desde Gades hasta las fronteras de Arabia y publicó el relato de su viaje como hizo también Himilcón, enviado por esa misma época a explorar las costas de Europa”.
La localización de las Islas del Estaño permanece incierta, si bien se han identificado con las islas gallegas, con la Bretaña francesa y con Cornualles. Parece que Himilcón, siguiendo informaciones de los fenicios de Gadir, realizó un viaje de exploración que le permitió llegar a las costas de Bretaña, sur de Inglaterra e Irlanda.
Ni la tentativa de Himilcón, ni aquella otra de Hannón parecen haber tenido continuidad, lo que muchas veces se ha interpretado como signo de fracaso. Recientes descubrimientos en las costas de Galicia, donde se ha encontrado un altar púnico así como restos de ánforas y otras cerámicas del mismo origen, sumados a antiguos hallazgos, sugieren que cartagineses y púnicos gaditanos llegaron a surcar estos mares con mayor frecuencia de lo que hasta ahora se había contemplado.

* Parece cierto que navegantes tirios al servicio del faraón Necao circunnavegaron África algunas décadas antes (600 a.C), seguiendo al historiador y geógrafo griego Herodoto. El rey egipcio, que buscaba una solución alternativa a la de reconstruir un canal que unía el río Nilo y el Mar Rojo, encargó a un grupo de fenicios que circunnavegaran África, tierra que el faraón creía que sería de un tamaño no mucho mayor que su reino. Con ello pretendía comprobar si podía existir una nueva ruta comercial viable. La expedición fenicia tardó tres años en circunnavegar los 36.600 kilómetros del litoral africano.
Fuentes:
http://www.cervantesvirtual.com/bib/portal/antigua/roma_cartago.shtml#roma7
http://www.culturagalega.org/noticia.php?id=3570
http://nuevageografiacanaria.blogspot.com.es/2013/02/navegantes-antiguos-en-el-atlantico.html
http://qarthadast.blogspot.com.es/2008/05/el-periplo-de-himilcn.html

martes, 26 de marzo de 2013

Atracción conyugal

Tanto hombres como mujeres consideran más atractivas a sus parejas. Da igual cuáles sean los rasgos o la parte de la anatomía corporal considerada. Unos y otras piensan, sistemáticamente, que su pareja es más cautivadora.
Esa es la principal conclusión de un estudio en el que se analiza, entre otros elementos, la diferencia entre hombres y mujeres en lo relativo a la percepción del atractivo físico propio y del de su pareja. En el estudio se valoraron el atractivo físico global, el atractivo facial, la forma del cuerpo, el peso y la altura. También se valoraron un buen número de rasgos particulares, aunque el análisis posterior los agrupó en cuatro conjuntos, los relativos a atributos faciales, torso, anatomía superior y anatomía inferior. Curiosamente, en todas esas categorías resultó significativa la diferencia favorable a la pareja con respecto a la persona encuestada.
Según los autores de la investigación (Swami, Furnham, Georgiades y Pan: Evaluating self and partner physical atarctiveness) esa percepción es un claro ejemplo de sesgo cognitivo al servicio de la propia autoestima. En otras palabras, es muy posible que uno se sienta mejor si piensa que su pareja es más atractiva que uno mismo, puesto que ha sido merecedor de ser escogido por alguien más agraciado.
Otra conclusión a la que llegan los autores es que los dos rasgos de los que depende la valoración del atractivo global son el atractivo facial y el peso corporal, pero no la altura o la forma del cuerpo. 
Por último, también es reseñable el dato de que quienes dan más relevancia al atractivo físico en la vida cotidiana se consideran a sí mismos más atractivos que los que le conceden menor importancia. 
 

domingo, 24 de marzo de 2013

Tecnología y comunicación. La comunicación jibarizada

Pascual Serrano, en su nuevo libro La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes, nos presenta su visión sobre cómo la reducción de la calidad de la información, asociada a la velocidad de las tecnologías, está produciendo fenómenos nuevos como la tuiterización de la forma de expresión, así como de la misma información. Se reducen los contenidos, se reducen las maneras de comunicarse, se jibariza el mundo.
Revolución tecnológica, predominio audiovisual, internet, redes sociales, saturación informativa, obsesión por la inmediatez: tablets, smartphones, wifi, Twitter, Facebook, SMS, WhatsApp, Google, PowerPoint... Los contenidos son instantáneos, sensacionalistas, emotivos, huecos. Todo lo que no cumple con estas premisas es apartado de la agenda. Estamos tan ocupados, distraídos o abrumados por la información que nos llega, que resulta difícil darnos cuenta de la forma superficial y jibarizada que adopta y del modo en que influye en nuestra manera de consumirla e interiorizarla.
El resultado es el destierro de la profundización, la pérdida de la capacidad autónoma de reflexión, la incapacidad para la elaboración independiente de conclusiones y, por último, la ausencia de una mirada crítica de los acontecimientos.
Como señala el sociólogo Vicente Verdú, “internet, las redes sociales, Twitter o Facebook han logrado tanto éxito porque han venido a brotar en un momento en que existía una fuerte demanda de comunicación. Pero no ya de una comunicación a la vieja usanza, en la que se comprometía mucho el yo, sino una comunicación efímera y fragmentaria, cambiante y removible a la manera en que la cultura de consumo ha enseñado a adquirir. Vivimos tiempos en que la imagen ha ganado mucho terreno a la imaginación, y no digamos ya a la escritura. Del mismo modo, la emoción ha robado prestigio a la reflexión. En ambos casos, señala también Verdú, la instantaneidad ha vencido al proceso y el suceso puro a su explicación. De hecho, todos los medios son ya instantáneos, sensacionalistas, emotivos y superficiales. Y todo lo que no cumple esas condiciones es apartado de la agenda.
Serrano, Pascual: La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes. Madrid, Península, 2013.

jueves, 21 de marzo de 2013

Las barricadas de Arrabal y Beckett

Cuentan que en el Barrio Latino, en mayo del 68, estaba Fernando Arrabal construyendo una barricada con un grupo de estudiantes, cuando pasó por allí Samuel Beckett, alto, enjuto, severo y quizá no del todo sobrio.

 
Monsieur Arrabal, pero ¿qué hace usted aquí? –preguntó el irlandés.
Pues ya ve, Mr. Beckett, ya ve, aquí andamos, con los jóvenes, haciendo la revolución, ¡hay que cambiar la vida!
Qué disparate, mi querido monsieur, ¡pero si dentro de cinco años todos estos jóvenes ya se habrán hecho notarios!
 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Las nuevas tecnologías y nuestra forma de pensar (¿trae un powerpoint o sabe de lo que viene a hablar?)

Nicholas Carr (autor de Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?) considera que la influencia de las nuevas tecnologías está modificando nuestra manera de pensar y de actuar, que esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital (y que, según Carr, es inherente a las nuevas tecnologías) nos convierte en espectadores superficiales y compulsivos y nos aleja del pensamiento reflexivo. 
El debate sobre la influencia de internet en los procesos de construcción del pensamiento lleva un tiempo abierto y es muy interesante.
Nicholas Carr advierte que “con sus constantes distracciones e interrupciones, la Red nos está convirtiendo en pensadores dispersos y superficiales”. Como dice Cory Doctorow: “Cada vez que encendemos el ordenador, nos sumergimos en un ecosistema de tecnologías de la interrupción”.
La consultora Linda Stone señala en uno de sus estudios que cada trabajador en EE UU tiene ocho ventanas abiertas simultáneamente en la pantalla y salta de una a otra cada 20 segundos. Stone (creadora del término "atención parcial continua") observó que los nativos digitales estaban incesantemente semiconcentrados en muchas cosas a la vez y que este estado de "atención parcial" tiene desventajas a nivel reflexivo y de comprensión ya que las investigaciones sugieren que la calidad de la concentración disminuye con el número adicional de estímulos. Además, estos jóvenes nacidos en la era de la informática están orientados hacia la recompensa a corto plazo, como las que se consiguen con los videojuegos, y buscan situaciones que imiten esa dinámica en su entorno real.
Para Carr, la multitarea, instigada por el uso de internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información, "esto no solo nos deshumaniza un poco sino que nos uniformiza".
Una manifestación de cómo la tecnología puede propiciar la superficialidad viene de la mano del PowerPoint. Franck Frommer, en su libro El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que nos vuelve estúpidos, hace un recorrido por el impacto que esta herramienta ha tenido en una manera de comunicar y construir el pensamiento, con efectos devastadores.
Steven Pinker, científico y lingüista, defensor de las posibilidades de la web para generar conocimiento, avisa: “Si lo que usted busca es profundidad intelectual, no recurra a un PowerPoint o a Google”. Se parece un poco al directivo que recuerda Larrea, que antes de empezar a escuchar una presentación pregunta: “¿Usted trae un PowerPoint o sabe de lo que viene a hablar?”.
 
Carr, Nicholas: Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Taurus, Madrid, 2011.
Frommer, Franck: El pensamiento PowerPoint. Ensayo sobre un programa que nos vuelve estúpidos, Península, Barcelona, 2011.

sábado, 2 de marzo de 2013

La historia de la estupidez

Una ligera proporción de estupidez es tan improbable como un ligero embarazo.


En su Historia de la estupidez humana nos cuenta Tabori que algo que provocaba envidia entre la aristocracia era el orgulloso linaje de las casas reales inglesa, española y sueca... y también emulación.

Una antigua familia de la aristocracia francesa, el clan de los Lévis, recogió el desafío.
Se trataba de una familia rica, muy rica y distinguida, que había figurado en la historia de Francia desde el siglo XI, y habla dado al país varios mariscales, embajadores, gobernadores y otros dignatarios. Posteriormente se elevaron al rango ducal. Pero, no contentos con la fama y el honor que otros podían alcanzar, contrataron a un genealogista, el cual muy pronto descubrió que la familia descendía de la tribu de Leví, de destacado papel en el Antiguo Testamento.
El punto de partida fue el nombre del clan; y no fue difícil reunir los datos necesarios, utilizando un poco de imaginación y deformando bastante los hechos.
En esos tiempos, ¿quién se hubiera atrevido a poner en duda la verdad de esa afirmación?
Desde ese día, la familia Lévis se mostró extremadamente orgullosa de su parentesco bíblico. Relacionadas con este orgullo excesivo circulaban muchas anécdotas más o menos auténticas. Lady Sydney Morgan, en uno de sus libros de viajes por Francia (publicado en 1818) relata la visita a uno de los de los castillos de los Lévis.
En uno de los salones encontró un gran cuadro al óleo de la Sagrada Virgen, sentada en su trono, y frente a ella, arrodillado, uno de los Lévis. Con arreglo a la antigua tradición artística (cuya moderna contrapartida son los “globos” con leyendas en las historietas cómicas), de la boca de la Virgen salía una cinta con estas palabras: Mon cousin, couvrez vous... (Primo mío, cubríos)
¡La Virgen pedía a su primo que se cubriera y que no hiciera cumplidos!
Cuando uno de los duques de Lévis subía a su carruaje para asistir al servicio divino en Notre Dame, decía en voz alta a su cochero:
“¡Chez ma cousine, cocher!” (¡A lo de mi prima, cochero!)Esta estupidez parece bien autentificada (Peignot la refiere en su Predicatoriana, Dijon, 1841, página 181, nota). A principios del siglo XIX la familia Lévis aún se aferraba a la leyenda de su antigua ascendencia hebrea.
Y el ejemplo fue contagioso. Cierta dama, miembro de la antigua familia alemana de los Dalberg, también encargó un cuadro, en el que uno de sus antepasados aparecía arrodillado frente a la Virgen, y ésta decía: “¡Levántate, querido pariente!”
Los barones Pons eran menos ambiciosos... reclamaban por antepasado a Poncio Pilatos. En cierto ocasión se encontraron los jefes de las familias Lévis y Pons. El duque de Lévis se volvió con aire de reproche hacia el barón de Pons: “¡Bien, barón, debéis reconocer que vuestros parientes han maltratado rudamente a los míos!” (Albert Cim: Nouvelles récréations littéraires, París, 1921).
Valiosa contrapartida del famoso cuadro de los Lévis era el que poseía la familia francesa de los Croy, igualmente antigua. El cuadro representaba el Diluvio. Entre las olas se elevaba una mano que sostenía un rollo de pergamino, y también alcanzaba a verse la cabeza de un hombre, que apenas emergía de las aguas. Y de la boca del hombre que se ahogaba surgía una leyenda: “¡Salvad los documentos de la familia Croy!” (Sauvez les titres de la maison de Croy).
http://diegoiguna.blogspot.com.es/2013/02/historia-de-la-estupidez-tabori.html

Erik Kandel y nuestro cerebro (Kant y Locke se equivocaban y no)

Erik Kandel es un investigador interesado en la biología de la motivación y por los procesos conscientes e inconscientes de la memoria, recibiendo como reconocimiento a su labor un Premio Nobel en el año 2000 debido a sus estudios científicos de la Aplysia, una especie de caracol marino que tiene unos mecanismos neuronales que funcionan de manera parecida a los humanos. 
Las Aplysias tienen un sistema nervioso con pocas células y de un gran tamaño. Algo sencillo con lo que trabajar y poder observar los resultados frente al complejo sistema nervioso de otros animales. Estas babosas ponían en marcha un acto reflejo al tocar sus branquias, las cerraban para protegerlas de posibles daños.
Al examinar las neuronas sensoriales de las branquias, Kandel comprobó que estaban conectadas con el 90% de las neuronas motrices. Lo realmente sorprendente fue que al tocar de forma repetida las branquias sin causarle ningún daño, se produjo un importante cambio en las conexiones entre las neuronas (sinapsis): la babosa se acostumbró al contacto y aprendió a hacerle caso omiso.
De todo esto Kandel sacó una conclusión que le valió el Premio Nobel. La plasticidad no se limita a la etapa infantil o juvenil, sino que es una característica esencial  de nuestro cerebro, "el estado normal del sistema nervioso durante el curso de toda la vida".
Esta plasticidad de nuestras sinapsis armoniza dos filosofías de la mente que hace siglos estaban en conflicto: el empirismo y el racionalismo.
Según los empiristas, como John Locke, la mente con la que nacemos es una pizarra en blanco, una tábula rasa. Todo lo que sabemos proviene de nuestras experiencias, de lo que aprendemos mientras vivimos, son producto de la cultura, no de la naturaleza.
Según los racionalistas, como Immanuel Kant, nacemos con una “plantilla” mental incorporada que determina la forma en que percibimos e interpretamos el mundo. Todas nuestras experiencias se filtran a través de estas plantillas innatas. Predomina la naturaleza.
La realidad les da la razón en parte a los dos. La anatomía del circuito neural es un ejemplo sencillo del conocimiento a priori kantiano, mientras que las modificaciones de la firmeza de conexiones particulares dentro de ese circuito reflejan la influencia de la experiencia.
Las modificaciones debidas al aprendizaje de un comportamiento pueden ser suficientes para reconfigurar una red neural y su capacidad de procesamiento de información.
Kandel escribe: "Una de las características fundamentales de la memoria es que se constituye por etapas. Los experimentos sobre el comportamiento sugieren que hay una transformación gradual de la memoria de corto plazo y que, además, esa transformación se logra mediante la repetición. La práctica implica perfección."

Kandel, Eric R: En busca de la memoria. Una nueva ciencia de la mente, Katz Barpal Editores S.L., Madrid., 2007.
Carr, Nicholas: Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?, Taurus, Madrid, 2011.
http://julesjulien.com/julesjulien/NY_Wall_Jules_Julien.html
http://dailyexhaust.com/2013/02/change.html
http://www.drawger.com/holland/index.php?article_id=13894