Desde la invención del alfabeto, hubo voces discordantes que señalaron que transformaría la mente humana. Sófocles escribió que “nada que sea importante entra en la vida de los mortales sin una maldición”. Marshall Mcluhan, el gran analista de cómo la tecnología modifica nuestra psique y nuestro entorno de una manera más veloz de lo que podemos reflexionar, observó que el medio es el mensaje y que, al adoptar un soporte tecnológico, alteramos nuestra propia naturaleza independientemente del uso –del contenido— que le demos: la tecnología amplifica nuestros sentidos y, a la vez, los amputa.
Tomando de Mcluhan la premisa de que el medio es el mensaje, Leonard Shlain, en su libro El Alfabeto contra la Diosa, sugiere que, en ese punto seminal de la cultura occidental (adoptar el lenguaje escrito basado en signos fragmentarios y no en imágenes) se selló el cambio de la polaridad de lo femenino a lo masculino, dando lugar al patriarcado.
Este tránsito, que es "una ruptura del equilibrio natural", ocurre, según Shlain, a través de un cambio en la percepción. Lenguajes ideogramáticos y construcciones de pensamiento visuales-simbólicas –como pueden ser las estelas, los jeroglíficos o la pintura y escultura— conservan una naturaleza de simultaneidad: “el cerebro percibe las partes integrándolas sintéticamente. Las imágenes son percibidas todas de una vez”. Shlain agrega: “el culto a la Diosa, los valores femeninos y el poder de la mujer dependen de la ubicuidad de la imagen. El culto a Dios, los valores masculinos y el dominio del hombre están ligados a la palabra escrita”. A diferencia de este mundo ancestral en el que predominan las imágenes, leer palabras es un proceso de percepción fragmentaria. “Cuando el ojo escanea letras individuales en una secuencia lineal, surge una palabra con significado. El significado de un enunciado, como el que estás leyendo, progresa palabra con palabra. La comprensión depende de la sintaxis del enunciado, la particular secuencia horizontal en la que aparecen los elementos gramáticos.”
Lévi-Strauss había detectado en 1968 que “el único fenómeno que, siempre y en todas partes, parece estar vinculado con la aparición de la escritura es el establecimiento de sociedades jerárquica, compuestas por amos y esclavos y en las que una parte de la población está obligada a trabajar para la otra”.
Es difícil decir si fue el alfabeto la causa de que la historia haya tomado un cauce patriarcal o si en realidad este cauce, esta tendencia del poder masculino, ya existía y una de sus consecuencias fue la creación del alfabeto y de una escritura fragmentaria y abstracta. De cualquier manera, la hipótesis de Shlain es fascinante y sugiere también que, con la aparición de los medios audiovisuales, el pensamiento femenino estaría reapareciendo y recobrando fuerza.
curioso.
http://pijamasurf.com/2014/06/como-la-invencion-del-alfabeto-creo-la-sociedad-patriarcal/
http://www.ritosimbolico.net/studi2/studi2_06.html
http://www.dailymail.co.uk/news/article-2161118/Aboriginal-erotic-rock-art-proves--28-000-years-ago--men-ONE-thing-minds.html
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