El arqueólogo e historiador Pelayo Quintero es protagonista de una de las historias más sugerentes del anecdotario gaditano.
El 30 de Mayo de 1887 apareció en la Punta de la Vaca un sarcófago antropoide masculino de la época púnica (s V a C), de factura egipcia y rasgos helenizantes. Para exhibirlo se creó el Museo Arqueológico Provincial.
Desde 1918 a 1939 fue director de dicho museo el Sr. Pelayo Quintero Atauri, que defendió siempre (estaba absolutamente convencido de ello) la existencia de un sarcófago femenino. Durante su mandato la buscó afanosamente durante sus excavaciones, realizó diferentes catas arqueológicas en varios puntos de Cádiz con el fin de localizar dicho sarcófago y, aunque se encontraron muchos restos arqueológicos, nunca logró dar con la ansiada pieza.
Pelayo Quintero vivió en un chalet llamado “La Quinta”, en la calle Parlamento (antigua Ruiz de Alda) hasta 1939 cuando, con 72 años, se trasladó a la ciudad de Tetuán, para hacerse cargo de la Inspección de Excavaciones y de la dirección de su Museo Arqueológico. Falleció en octubre de 1946, al frente de sus responsabilidades en el Protectorado.
Lo realmente curioso es que, años después, un 26 de septiembre de 1980, una excavadora que realizaba su labor en un solar en construcción en la calle Parlamento, sacaron a la luz un sarcófago femenino de mayor antigüedad y más delicada factura artística, justamente en el solar (exactamente, en los cimientos) donde estuvo el chalet “La Quinta”...
El 30 de Mayo de 1887 apareció en la Punta de la Vaca un sarcófago antropoide masculino de la época púnica (s V a C), de factura egipcia y rasgos helenizantes. Para exhibirlo se creó el Museo Arqueológico Provincial.
Desde 1918 a 1939 fue director de dicho museo el Sr. Pelayo Quintero Atauri, que defendió siempre (estaba absolutamente convencido de ello) la existencia de un sarcófago femenino. Durante su mandato la buscó afanosamente durante sus excavaciones, realizó diferentes catas arqueológicas en varios puntos de Cádiz con el fin de localizar dicho sarcófago y, aunque se encontraron muchos restos arqueológicos, nunca logró dar con la ansiada pieza.
Pelayo Quintero vivió en un chalet llamado “La Quinta”, en la calle Parlamento (antigua Ruiz de Alda) hasta 1939 cuando, con 72 años, se trasladó a la ciudad de Tetuán, para hacerse cargo de la Inspección de Excavaciones y de la dirección de su Museo Arqueológico. Falleció en octubre de 1946, al frente de sus responsabilidades en el Protectorado.
Lo realmente curioso es que, años después, un 26 de septiembre de 1980, una excavadora que realizaba su labor en un solar en construcción en la calle Parlamento, sacaron a la luz un sarcófago femenino de mayor antigüedad y más delicada factura artística, justamente en el solar (exactamente, en los cimientos) donde estuvo el chalet “La Quinta”...
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