viernes, 29 de abril de 2011

La cueva Chauvet-Pont-D´Arc

La cultura Auriñaciense está muy extendida sobre todo en la región del Alto-Danubio (Alemania), en Austria, en la región de Moravia (Eslovaquia) y en la zona cantábrica (España). En Francia, los auriñacienses se instalaron en los pequeños valles, en la región de los Eyzies-de-Tayac en Dordoña y en el Piemont pirenaico. La presencia de esta civilización es muy discreta en Ardèche exceptuando la cueva Chauvet.


El Auriñaciense se distingue de las culturas precedentes por las numerosas mejoras obtenidas en la talla del sílex, por una diversificación de los útiles y por las innovaciones introducidas. El trabajo se realiza sobre hojas y no sobre lascas. Las cornamentas de cérvidos, el hueso y el marfil son utilizados en la fábrica de armaduras de caza. Los auriñacienses no emplean el propulsor ni el arco, tampoco han sido halladas agujas de ojo por lo que las ropas debían ser cosidas de un modo más grosero de lo que se hará posteriormente. Dentro de las innovaciones figura el desarrollo del adorno corporal: conchas y dientes perforados, así como la presencia de otros colgantes en hueso se encuentran asociados a brazaletes y perlas de marfil. Sin embargo, la súbita expansión del arte monumental, del que atestigua la cueva Chauvet es ciertamente la mayor invención de esta cultura.


La visita es impresionante, no te la pierdas: http://www.culture.gouv.fr/culture/arcnat/chauvet/es/index.html





lunes, 25 de abril de 2011

Ani, la ciudad fantasma de las 1001 iglesias

Abandonada por sus habitantes, una vez próspera y poderosa, la ciudad de Ani está situada en la parte turca de la zona militarizada en la frontera de Turquía y Armenia.

Hoy es una ciudad fantasma, pero sus habitantes armenios llegaron a sumar cerca de 200 mil. En sus buenos tiempos fue una gran ciudad que rivalizaba con Constantinopla, El Cairo o Bagdad como centro de cultura y de comercio.


Galería de fotos en http://www.kuriositas.com/2011/01/ani-ghost-city-of-1001-churches.html

sábado, 2 de abril de 2011

Plutocracia y democracia

“España es una democracia secuestrada por las grandes empresas, por una plutocracia mercantilista que ha puesto las instituciones del Estado a su servicio”.

La provocadora definición no es mía, es de Roberto Mangabeira Unger, exministro de Asuntos Estratégicos de Brasil con Lula, que pasó por Madrid hace unas semanas. Unger no es ningún revolucionario antisistema. Es catedrático en la facultad de leyes de Harvard –llegó a ese cargo con 29 años, el más joven de la historia de esta universidad– y entre sus exalumnos se cuenta el propio Barack Obama.

En su opinión, cuesta encontrar otro país en el mundo –“tal vez Corea del Sur”– donde esta comunión entre el poder político y el económico sea mayor; donde se confundan de forma tan evidente los intereses de la élite empresarial con los intereses de todos los ciudadanos.

Unger me contó un ejemplo para apuntalar su teoría: una llamada del rey Juan Carlos a Lula, de viaje en el avión presidencial, para interceder en favor de una de las multinacionales españolas en Brasil. Yo le di otros dos: la ley hipotecaria española y el discreto interés de la mayoría de los medios de comunicación ante la condena judicial al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz; una noticia que apareció en la portada del Financial Times de Londres, pero que pasó de puntillas por la prensa de Madrid.


Fuente: Escolar.net